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10-10-2015

Allanan dos nuevos "kioscos" de venta de marihuana y cocaína

Personal de la CDI de Tráfico de Drogas Ilícitas de la policía investigó dos puntos de venta de estupefacientes en barrios periféricos y semiperiféricos de Mar del Plata. Dos personas fueron detenidas y pequeñas cantidades de drogas secuestradas.

Mar del Plata construye su fisonomía en el mundo de la droga de una manera que ya la caracteriza y la distingue de otras grandes urbes. El consumo pronunciado e indiscutible en las distintas capas sociales, pero que se visibiliza mucho más en las inferiores y de menos recursos, desperdiga puntos de venta en diferentes sectores de la ciudad. Y son en aquellos barrios más precarios donde las investigaciones tienen más éxito.

Ayer dos "kioscos", como comúnmente se los conoce a los lugares de venta de drogas, fueron dejados fuera de acción por medio de sendos allanamientos que arrojaron como saldo dos personas detenidas y el secuestro de pequeñas cantidades de marihuana y cocaína.

Si bien estas redadas sirven para interrumpir el comercio de estupefacientes, no causan un alto impacto en la problemática de drogas de Mar del Plata, en particular porque muchos de los detenidos recuperan su libertad de manera inmediata y prosiguen con las actividades. Por eso es que se advierte una alto índice de repetición en los domicilios allanados.

Por otra parte, pocos son los operativos en esta ciudad donde se corta la cadena desde más arriba, desde los distribuidores, y siempre terminan procesados los "punteros" con alcance barrial.

Una despensa

Un domicilio del barrio Malvinas Argentinas que había sido adaptado para la venta de bebidas alcohólicas y otros productos de despensa ocultaba, en verdad, su principal negocio basado en un artículo exclusivo: la marihuana.

La persona encargada del lugar resultó ser una mujer de 43 años que fue detenida ayer por la tarde cuando personal de la Coordinación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas ilícitas Mar del Plata allanó la vivienda de Rejón al 7800 donde además secuestró una baja cantidad de marihuana, propia de la característica de la venta al "menudeo".

La investigación se inició semanas atrás al establecerse que los responsables de una boca de expendio de bebidas alcohólicas no habilitada podían estar vendiendo también estupefacientes. El comercio funcionaba de un modo peculiar, ya que los clientes compraban cervezas y fernet -principalmente- a través de una mínima ventanilla. Las personas que lo regenteaban vivían en una edificación lindante y ofrecían, además, marihuana.

Los fiscales Daniela Ledesma y Leandro Favaro recibieron todos los elementos de prueba, que se basaron en fotografía, filmaciones y distintos testimonios. Tras analizarlos y entender que no había demasiadas dudas sino bastantes certezas solicitó la orden de allanamiento para la casa y la edificación contigua.

Ayer, en horas de la tarde, la policía irrumpió en el lugar y sorprendió a la mujer de 43 años manipulando algunos trozos compactos de marihuana, además de dinero en efectivo, elementos de corte y fraccionamiento.

Su pareja no estaba en la casa en el momento del allanamiento por lo cual la única detenida fue la mujer, que quedó alojada en el Destacamento Femenino.

Otro operativo

El otro procedimiento tuvo lugar en una construcción ubicada en Santa Cruz y Río Negro, donde se emplaza un asentamiento conocido con el nombre de "Villa Berutti".

Los "punteros", en este caso, contaban con la cooperación de varios jóvenes, quienes se encargaban de alertar a aquellos si notaban a personas desconocidas por el barrio. Estos jóvenes -muchos menores de edad- se caracterizan por no tener obligaciones diarias como el trabajo o el estudio y disponen de tiempo libre para permanecer en las proximidades del punto de venta.

Esa circunstancia particular extremó los recursos policiales que ante el desafío de la vigilancia discreta demoró más tiempo para reunir prueba que en otras investigaciones similares.

Lo cierto es que la policía pudo acreditar que en una casa pintada totalmente de color rojo funcionaba un "point", y las transacciones se realizaban a través del  ventiluz del baño, que daba a un baldío detrás de la construcción. En otras ocasiones los compradores se acercaban a una pequeña ventana situada en el frente del inmueble roja y allí hacían la compra.

La edificación fue diseñada y construida con el solo fin de ser utilizada como punto de venta de estupefacientes, y está equipada con rejas y ventanas para ese efecto.

Los clientes que acudían al lugar eran, en su mayoría, personas del barrio por lo que estaba asegurada la venta constante, en diferentes horarios.

Durante el allanamiento de ayer la policía logró secuestrar de varios envoltorios ya fraccionados de cocaína y marihuana. En el interior de la edificación fue detenido un hombre, encargado de las ventas.