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28-01-2010

Murió un menor baleado en los incidentes del barrio Don Emilio

Los enfrentamientos entre integrantes de una familia y varios vecinos del barrio Don Emilio tuvieron ayer otra consecuencia trágica, al fallecer un menor de 15 años. En la noche del miércoles ya había muerto un individuo de 26. Los imputados por los crímenes son un hombre y su hijastro.

El menor de 15 años que había recibido un disparo en un ojo durante los serios incidentes del miércoles por la noche en el barrio Don Emilio falleció ayer por la tarde cuando era trasladado al Hospital Materno Infantil.

Con la muerte del adolescente, son dos las víctimas fatales de la confrontación, ya que en el momento de producirse la misma había fallecido un hombre de 26 años.

Por otra parte, ayer trascendieron los detalles de la gresca y quedó confirmado que el asesino del menor es un individuo de 17 años y que su padrastro es quien mató al mayor de edad.

Además se supo que las agresiones se iniciaron cuando varios adolescentes, entre ellos el ahora detenido, circulaban en motocicletas a alta velocidad por el interior del barrio de las viviendas del Plan Dignidad, de 204 y 31. Esas acciones imprudentes habrían molestado a los vecinos y, a partir de ese descontento, fue que se produjeron los desmanes.

De acuerdo a datos confirmados por LA CAPITAL, las víctimas fatales fueron identificadas como Antonio Chávez (26) y Gabriel Acevedo (15). Una situación habitual entre personas con antecedentes, como es el aporte de un nombre falso, llevó a difundir en un primer momento el nombre de Nicolás Torres como el del muerto. Chávez, herido pero aún consciente, dio ese nombre a la policía para no evidenciar su prontuario. Sin embargo, horas después se supo su verdadera identidad.

Respecto al crimen de Chávez, anoche permanecía detenido Oscar Jalil (54), imputado del delito de "homicidio". En tanto, su hijastro de 17 años declaró en horas de la mañana ante la fiscal Mariana Baqueiro, del fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, cuando todavía se lo acusaba de "tentativa de homicidio".

Motos molestas

Fuentes policiales informaron que la disputa se inició por causas triviales, cuando Acevedo se quejó a otros jóvenes porque levantaban polvo reiteradamente con las motocicletas.

Al pasar nuevamente por 204 y 31, Acevedo se colocó en la calle y trató de interceptar a uno de los motociclistas, abalanzándose sobre él. Según consignaron algunos testigos, el conductor de la motocicleta debió frenar y se arrojó del vehículo para no sufrir una caída más violenta. Una vez repuesto, y con la motocicleta a un lado, el conductor sacó un revólver de entre su ropas y le efectuó un disparo a Acevedo que le impactó en el ojo.

Tras la agresión el adolescente de 17 años escapó hasta 216 y 31 en la motocicleta, donde finalmente la abandonó. Mientras se producía su escape varias personas comenzaron a perseguirlo, aunque temieron en un primer momento por la posibilidad de perderlo, ya que el menor se subió a los techos y fue saltando de vivienda en vivienda y ganando así distancia.

Pero algunos de los más exaltados vecinos pudieron observarlo y lo vieron entrar en su casa de 216 y 33, donde le arrojaron piedras.

Fue en esas circunstancias que salió del domicilio Jalil, armado con una escopeta de un solo caño e interesado en proteger a su hijastro. Jalil vio al grupo de personas acercarse y accionó su arma, impactando el proyectil en el pecho de Chávez.

En medio de la gente que quería vengarse contra el menor había un patrullero, debido a que poco antes habían participado del hallazgo de una motocicleta en las cercanías y al ver la crispación de los vecinos se dirigió para ver qué sucedía.

Chávez, mal herido, cayó al piso y eso enardeció aún más a la turba. Jalil cargó una vez más la escopeta, pero cuando se decidió a disparar, uno de los policías se le anticipó: con su arma reglamentaria le dio en una de las piernas. Jalil fue entonces detenido, pese a que esgrimió un cuchillo que traía entre sus ropas y quiso atacar a los efectivos policiales. Segundos después salió de la casa el menor de 17 años y también fue aprehendido.

Jalil fue conducido a la comisaría undécima y desde allí al HIGA, donde los médicos lo examinaron y constataron que tenía una herida de arma de fuego en la pierna izquierda. Al confirmarse el deceso de Chávez fue acusado por el homicidio, tenencia de arma y resistencia a la autoridad. Luego de recibir curaciones en el HIGA fue trasladado detenido a disposición de la Fiscalía 6.

Cuando esto ocurría, ya cerca de la medianoche del miércoles, las dos motocicletas del hijastro de Jalil y de un familiar directo aparecieron incendiadas frente a la vivienda de 216 y 33.

Al mismo tiempo, un menor de 14 años se presentó por sus propios medios en el HIGA para ser asistido por un balazo en una pierna. Se cree que este menor recibió una bala perdida.

Muerte e imputaciones

Jalil fue ayer trasladado a Tribunales para que prestara declaración ante el fiscal Cubas, pero manifestó que no iba a hacerlo y nombró un abogado particular para que lo defendiera.

En tanto, su hijastro quedó a disposición de la Justicia de Menores poco después de balear a Acevedo. La fiscal Baqueiro le tomó declaración ayer a la mañana, en una indagatoria que se fundamentaba en la imputación del delito de "tentativa de homicidio". Pero anoche, al confirmarse el deceso de Acevedo, la jueza de Garantías debía resolver la situación procesal del menor.