La víctima no pudo ser identificada y si bien no hubo confirmación oficial se estima que se trataría de un suicidio.

El hallazgo ocurrió a las 9.30 cuando los guardavidas que se desempeñan en la playa San Sebastián vieron el cadáver de una mujer a escasos metros de la costa. Al advertir el hecho lo extrajeron del mar y dieron aviso a la policía.

Poco minutos después, se constituyeron en el lugar efectivos de la comisaría primera, un médico de policía y peritos de Policía Científica.

El hecho fue comunicado al fiscal en turno, Paulo Cubas, quién dispuso la realización de varias tareas.

Cerca del lugar donde apareció el cuerpo se encontraron algunos elementos que había dejado la mujer, como una libreta con anotaciones, un par de zapatos blancos, un pasaporte y una billetera color marrón que contenía 7 pesos.

El cuerpo fue hallado desnudo, pero se desconoce si la ropa se perdió por la acción del mar. Al ver el pasaporte, a nombre de una mujer con domicilio en Valeria del Mar, se estimó que podría tratarse de la persona que figuraba en el documento.

Sin embargo, poco después dicha posibilidad quedó descartada: la policía, a través de efectivos de Valeria del Mar, contactaron a la titular del pasaporte, quien manifestó que hacia tiempo no lo tenía y que había radicado la denuncia correspondiente.

El cadáver fue llevado a la morgue donde se le efectuó la autopsia. Se estableció que el deceso se había producido por un paro cardíaco por asfixia por inmersión.

Fuentes extraoficiales señalaron que en la libreta se halló una nota que escribió a sus familiares manifestando las causas que la llevaron a tomar esa grave decisión, pero no se pudieron hallar direcciones o anotaciones para contactarlos.

El cuerpo no presentaba tatuajes, ni cicatrices, y el deceso dataría de pocas horas antes de su hallazgo.

El personal continuaba trabajando en procura de establecer su identidad, aunque se trataría de una mujer de alrededor de 50 años, de tez blanca y cabellos castaños semilargos.