CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
15-07-2010

Hallaron culpable al acusado del crimen de Stéfano Bergamaschi

No quedan dudas sobre quién asesinó a Stéfano Bergamaschi (16). Ayer, a casi un año del conmocionante crimen, la Justicia culpó al delincuente que estaba detenido desde un primer momento. El autor del hecho fue acusado de "homicidio simple" y recibirá la sentencia en setiembre. Los jueces pueden reducir la pena porque cuando cometió el crimen el condenado era menor.

La Justicia local encontró culpable del crimen de Stéfano Bergamaschi (16) al único delincuente que estaba siendo juzgado, pero recién septiembre se conocerá el monto de la pena a aplicar.

La medida recayó sobre un joven de 18 años que las autoridades judiciales juzgaron como menor y han ordenado su protección pública al no permitir la divulgación de sus datos filiatorios.

Por lo pronto, este individuo, que ahora cuenta en su prontuario con 3 homicidios, 23 causas por asaltos a mano armadas y 1 tentativa de asesinato, continuará alojado en el Centro Cerrado de Contención de Menores, pese al pedido del abogado de la familia Bergamashi para su traslado a la Unidad Penal de Batán.

En la audiencia de ayer, los jueces Aldo Carnevale, Néstor Conti y Adrián Angulo dieron a conocer sus decisiones respecto al veredicto de culpabilidad o inocencia, y también por qué tipo de delito. Resolvieron en el primero de los aspectos por la culpabilidad y en el segundo por el "homicidio simple".

Pero amparados en la denominada "cesura de juicio", pospusieron hasta el 3 de septiembre la resolución por el monto de la pena.

El juicio se llevó a cabo en el Juzgado de Menores, debido a que cuando el imputado cometió el hecho tenía 17 años . Por esta cuestión de calendario, los jueces ahora tienen la facultad de morigerar la pena y aplicar una sanción que puede no ajustarse a lo que indica el artículo 79 del Código Penal, que es de 8 a 25 años de prisión.

Por ese motivo es que la fiscal Mariana Baqueiro había pedido la pena de 18 años de prisión, pese a que su acusación era por el delito de "homicidio críminis causa", que contempla la prisión y reclusión perpetua. Sin embargo, dos de los jueces entendieron que la tipificación del delito era la que pedía la defensora oficial subsidiriamente, es decir la de "homicidio simple".

Para los jueces, tanto los testimonios como las pruebas físicas son suficientes para atribuir al imputado la autoría del crimen que se produjo el 28 de julio del año pasado en la casa de Vieytes y Viamonte. Esa noche, Stéfano Bergamaschi se encontraba en la casa de su padre festejando el primer año de sus hermanastros mellizos cuando el ahora condenado entró en compañía de otro sujeto y lo mató de un disparo. Se cree que la maniobra fue durante un episodio frustrado de asalto.

Probado

En la resolución que se conoció ayer, los jueces se manifestaron en dos cuestiones preliminares para determinar su valdez. La primera de ellas tuvo que ver con el secuestro de las armas durante el procedimiento inicial, la cual se entendió sin ninguna irregularidad. Y la segunda estuvo relacionada con los dichos del imputado al momento de ser aprehendido en un hotel alojamiento.

En aquella ocasión, los policías ingresaron a la habitación por una puerta de servicio y sorprendieron al imputado, quien al verlos dijo: "Ah, el pibe murió". Esa frase fue utilizada durante el juicio y se la dio por válida ya que fue un dicho espontáneo del entonces menor, y no en el marco de una interrogatoria, algo que está prohibido a policías.

Posteriormente se dieron las conclusiones sobre la participación del imputado en el hecho ventilado durante el juicio. Los tres jueces no tuvieron ninguna duda a partir de las testimoniales y de las pruebas recolectadas por la policía y expuestas por la fiscal Baqueiro.

Por último, el punto más sensible del debate estuvo dado en la tipificación del delito. Vale recordar que la fiscal Baqueiro y el particular damnificado, José Vera Moreno, habían presentado una imputación por "homicidios críminis causa". Esta figura de homicidio está mencionada en el artículo 80, inciso 7, y sostiene que es cometido para " preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito o para asegurar sus resultados o procurar la impunidad para si o para otro o por no haber logrado el fin propuesto al intentar otro delito".

Por otra, parte la defensora oficial Saumel había pedido la absolución por no haber pruebas suficientes, pero en el caso de ser condenado que se le atribuya el delito de "homicidio simple".

No se trata de un tema menor, ya que más allá de la condena morigerada que se le aplique al imputado, hay una gran diferencia entre las dos figuras: la primera de ellas no permite salidas transitoria. Los jueces, con un voto en disidencia (el de Carnevale), apoyaron la figura solicitada por la defensora oficial y encontraron culpable al imputado por el delito de "homicidio simple".

"El problema fue la tipificación del delito, he consultado con expertos penalistas, y cuando más consultaba más confusión había. Puede ser un homicidio simple, un críminis causa, un homicidio en ocasión de robo...", dijo el abogado Vera Moreno, quien había pedido la pena de reclusión perpetua.

El destino

Una vez conocido el veredicto, los jueces fijaron la fecha del 3 de septiembre, a las 9 de la mañana, para que se desarrolle el debate mediante el cual se conocerá la pena. Mientras tanto, ordenaron que al imputado se lo mantenga en el Centro de Contención de Menores de Batán.

No obstante, una alta fuente judicial manifestó a LA CAPITAL que es probable que cuando se dicte el monto de la pena se lo traslade a la Unidad Penal Nº15 de Batán, con un régimen común de restricción de libertad.

"La única que me cabe"

En poco tiempo más se conocerán los datos filiatorios del ahora condenado. LA CAPITAL por expreso pedido de la Justicia de Menores no sólo reservó la identidad sino que también evitó publicar cualquier otro dato que pudiera ser relacionado.

El apodo del delincuente ha trascendido por otros medios, pero en virtud del criterio periodístico -ajustado a derecho- manifiesto desde un principio, este matutino no lo publicará hasta que cesen los plazos de protección tutelar. Este plazo se cumple en los próximos días.

Lo que pudo conocerse desde un principio fue el perfil de este individuo y LA CAPITAL se encargó de publicarlo con todos los detalles. Este menor -ahora ya de 18 años- tiene uno de los prontuarios más impresionantes de la ciudad, con 3 asesinatos, 23 asaltos comprobados, una tentativa de homicidio y, según los especialistas, "un desprecio absoluto por la vida humana y los bienes personales".

Hubo un momento en el juicio en el cual pudo advertirse la psicología de este delincuente. Cuando la fiscal colocó el arma calibre 11.25 sobre el escritorio, los ojos del imputado se movieron rápidamente. Comenzó a mirar la pistola y no quitó su mirada de allí, como si existiera un vínculo afectivo. Poco antes había dicho, con cierta jactancia: "Yo sólo uso pistola 45, porque es la única que me cabe".

Para el padre de la víctima, lo más importante es el juicio

Claudio Bergamaschi, padre de Stéfano, manifestó ayer que su satisfacción estuvo dada en la realización del juicio y no en el resultado mismo.

"Este tipo de juicio no tiene precedente -comentó- y que se haya realizado ya es un logro. Que haya habido tres jueces, que hayan aceptado el cargo para desarrollar este debate fue muy importante, más allá del resultado".

A propósito, Bergamaschi sostuvo que "viéndolo en sentido general, los resultados están siendo medianamente satisfactorio. Esto a nosotros no nos cambia la situación. Ningún resultado la cambiará. Pero sí el juicio marca un precedente eso es lo que al menos nos hace sentir una satisfacción. A mí me permitieron en la audiencia alegar como papá y es el segundo caso en la provincia".

Finalmente expresó su deseo de que, al margen del monto de la pena, el asesino de su hijo la cumpla en una cárcel común. "Lo que esperamos es que lo saquen del Centro de Contención de Batán, que es un centro para menores, porque este chico ya cumplió la mayoría de edad... Si bien hay que cumplir los plazos de protección tutelar, lo justo sería que lo pongan en un sitio adecuado que no es otro que una cárcel de mayores", concluyó.