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11-09-2011

Conmoción en el barrio Las Heras: descuartizó a su ex mujer y se mató

Un filetero de 35 años asesinó a su ex pareja y se ahorcó en un árbol. Habían convivido 17 años y tuvieron dos hijos, pero hace tres meses que estaban separados. El insistía con volver. La mujer había desaparecido el jueves y ayer sólo encontraron su torso.

Eduardo Orbe (35) y Marcela Barraza (35) convivieron durante 17 años y tuvieron dos hijos. En los últimos tiempos, la pareja que habían construido empezó a tener problemas y varias veces se distanciaron. Hasta que hace tres meses ella se cansó y decidió separarse definitivamente. El no quería, pero lo aceptó y se fue a vivir a la casa de su papá. Durante esos días, insistió con volver. Ella lo rechazaba. Y Orbe no lo soportó más: el jueves la secuestró cuando ella estaba yendo a tomar el colectivo para ir a su trabajo, la mató y la descuartizó. Ayer, ya rodeado por la policía, no aguantó más: fue hasta el predio del Club Urquiza y se ahorcó en un árbol. A sólo cuarenta metros, los investigadores encontraron el torso de Barraza. El resto de su cuerpo aún no apareció.

El cóctel de locura y amor que desató el crimen y el suicidio conmocionó al barrio Las Heras y los investigadores aún tratan de reconstruir las últimas horas de la víctima para descifrar dónde fue asesinada. Por ahora eso es un misterio, pero desde hace días temían lo peor: Orbe había dejado demasiadas pistas que hacían presumir que podría haber asesinado a su mujer.

Según la reconstrucción judicial, el filetero y Barraza convivieron en una casa ubicada en William Morris al 9500. Ella tenía una hija de una relación anterior y junto tuvieron dos hijos más. La pareja duró hasta que hace tres meses ella le pidió separarse. El se fue a vivir a la casa de su padre, ubicada en Eduardo Peralta Ramos al 2900. Antes ya habían tenían varios distanciamientos. "Era un pareja que parecía normal. El hombre tenía un buen concepto entre los vecinos. Nunca hubo una denuncia ni antecedentes de violencia", dijo una fuente consultada por LA CAPITAL.

Pero esta vez, Orbes la estaba acosando y la mujer ya se sentía molestada por la insistencia de su ex pareja para volver. La situación siguió igual hasta que el jueves a las cuatro de la mañana Barraza salió para trabajar en la fábrica de pescado donde hacía fileteado. Nunca llegó. Asustada, su hija realizó la denuncia a la comisaría decimosexta porque su mamá tampoco regresó a la casa Y sólo había recibido un mensaje sospechoso a su celular: "Conocí a un hombre y me voy con él a Balcarce", decía. Y le pedía que a los chicos que los cuidara Orbe porque era "una buena persona".

El caso comenzó a ser investigado por el fiscal Juan Pablo Lódola y rápidamente las pistas empezaron a comprometer al hombre, que también trabajaba de filetero.

La investigación

En principio, los investigadores se comunicaron con la fábrica de pescado donde Barraza era filetera. El capataz contó que ella entraba a las cuatro de la mañana y que era una empleada responsable y puntual. Por eso ese jueves, cuando notó que no había llegado, la llamó al celular. Lo atendió Orbe. "Estaba enojado. Me dijo que ella no iba a trabajar más en esta fábrica y que a partir de ahora la iba a bancar él. Después me cortó", declaró el capataz.

El primer testimonio puso a Orbe ya como principal sospechoso. Y su padre lo terminó de confirmar. El hombre, que vivía con su hijo en una casa de Eduardo Peralta Ramos al 2900 desde la separación con Barraza, contó que el jueves Eduardo se levantó temprano y que regresó a la vivienda cerca de las seis y media de la mañana. Había estado usando un "carro de cirujeo". "Cuando el padre le preguntó qué había hecho le respondió que había transportando unos animales. Pero el hombre no le creyó porque en realidad ese era su trabajo", confió un investigador.

Ese mismo jueves,pero a la tarde, Orbes se cruzó por la calle con su cuñado y salió corriendo. También estuvo con un amigo que declaró que lo vio deprimido.

Durante ese día, los testimonios centraron la investigación en el hombre. Por eso el viernes a la mañana el fiscal Lódola pidió un allanamiento para la casa de Eduardo Peralta Ramos al 2900 para secuestrar el carro que había usado Orbe en la madrugada del jueves. Ese mismo día el sospechoso llamó a sus hijos y les dijo que quería hablar con ellos. El encuentro nunca llegó a concretarse.

El sábado a la mañana, la policía incautó el "carro de cirujeo" aunque no fue necesario ingresar a la vivienda porque el padre del filetero lo sacó a la calle. Enseguida, Lódola pidió un test orientativo y una pericia química. El resultado fue contundente: en el carro se había encontrado un rastro de sangre humana cuando en realidad era usado para transportar animales.

En ese momento, Lódola ordenó un rastrillaje por toda la zona que se realizó con la colaboración de varias comisarías. Pero el resultado dio negativo. A esa altura, las dos familias estaban desesperadas. Y Orbe ya había dejado de comunicarse.

Finalmente, ayer a la mañana se confirmó lo que se temía. Orbe apareció ahorcado en un árbol en un predio del club Urquiza ubicado en Rufino Inda al 3039. A partir de ahí se focalizó el rastrillaje en esa zona y dos horas después, a cuarenta metros de donde se encontró el cuerpo del hombre, hallaron a la mujer. Estaba descuartizada y sólo se encontró el torso. "El hombre era filetero y sabía usar el cuchillo", aseguró un investigador. Por ahora, el resto del cuerpo de la mujer no apareció.

Después de los hallazgos

Una vez realizados los hallazgos, el fiscal Juan Pablo Lódola y la Policía Científica llegaron al predio de Rufino Inda al 3000. En principio, los especialistas establecieron que Orbe había fallecido hace diez o doce horas y producto de haberse ahorcado. El cuerpo no tenía otros dignos de violencia por lo que se trató de un suicidio.

En cuanto a Barraza, presentaba dos puñaladas en el torso que se halló por lo que se cree que esas habrían sido las heridas que le provocaron la muerte.

Por otra parte, los investigadores también concluyeron que la mujer no fue asesinada en la zona donde apareció el cuerpo, por lo que ayer se amplió la búsqueda.

Por ese se trataba de reconstruir el trayecto que realizó Orbe con Barraza una vez que la secuestró cuando estaba yendo a tomar el colectivo. "Es posible que cuando el capataz de la fábrica la llamó y fue atendido por el hombre, ella ya estaba muerta", confió un investigador.