Integrantes de la comunidad china radicada en Mar del Plata acompañaron ayer los restos del comerciante He Xin Chao, asesinado de tres balazos dentro de su local ubicado en Jara al 3200, en un inusual cortejo fúnebre que recorrió el edificio de los Tribunales y el Palacio Municipal para exigir el esclarecimiento del hecho y manifestar la preocupación por los reiterados episodios de violencia sufridos por varios integrantes de esa colectividad.

Tras el velatorio, el cortejo encabezado por los familiares de la víctima llegó primero a las instalaciones de los Tribunales ubicada en Tucumán y Brown, donde fueron depositadas algunas coronas, situación que, minutos más tarde se repitió en el municipio, sobre el acceso de la calle Hipólito Yrigoyen.

Allí, los familiares y allegados a la víctima fueron recibidos por el director del Programa de Protección Ciudadana, César Ventimiglia.

Luego de eso, la representante en Mar del Plata de la Cámara de Autoservicios y Supermercados Propiedad de Residentes Chinos (Casrech), Paula Urciuoli, volvió a actuar como vocera del reclamo por el esclarecimiento del asesinato de He Xin Chao y pidió que tanto las autoridades judiciales como políticas de la ciudad se pongan al frente de gestiones ante el Ministerio de Seguridad y Justicia de la Provincia para obtener una rápido resultado en la investigación de este caso, así como de anteriores episodios de agresiones y amenazas sufridas por supermercadistas.

?Se está pidiendo mayor protección, la implementación de la policía adicional y el esclarecimiento del homicidio?, sostuvo Urciuoli, quien argumentó que la marcha realizada ayer junto al féretro de He Xin Chao tuvo como objetivo tratar de "concientizar a las autoridades" y lograr que se realice "una investigación para terminar con la mafia que azota a estos comerciantes, que no queremos que se instalen en nuestra ciudad".

Al referirse a las hipótesis vinculadas a la existencia de una organización mafiosa en Mar del Plata, Urciuoli describió a la situación como "una extorsión" y exigió que "las autoridades intervengan y que haya algún detenido para saber si esta gente que asesina son pagos o trabajan por cuenta propia" y agregó: "Hay que tomar la decisión de ir a fondo en la investigación?.

Sobre las respuestas desde el ámbito municipal, señaló que ?desde el intendente necesitamos que levante la voz para que le pida al ministro Casal que intervenga. No queremos que la mafia china se instale en Mar del Plata?.

El sepelio de He Xin Chao tuvo lugar en horas del mediodía, momento durante el cual varios negocios pertenecientes a comerciantes chinos permanecieron cerrados en señal de duelo y de protesta.

La mafia china, esa cosa abstracta

Si algo tiene por característica la ciudad de Mar del Plata es la receptividad para las distintas colectividades. Desde su época de desarrollo, a mediados del siglo pasado, fue un lugar ideal para españoles, italianos, bolivianos, chilenos, paraguayos, uruguayos o comunidades zíngaras.

El fenómeno de la apertura comunista en China hizo que desde comienzos de los '90 una gran cantidad de inmigrantes de la provincia de Fujian llegar a Mar del Plata. La gran mayoría se dedicó a trabajar en el rubro supermercados, aunque hoy existen algunas familias que trabajan en la pesca y unas pocas en gastronomía.

En las últimas semanas la ciudad comenzó a vivir una situación inaudita: el ataque a tiros contra algunos de sus comerciantes. La coincidencia es que son todos miembros de una comunidad de inmigrantes y que trabajan en el mismo rubro. Chinos y supermercadistas. Jamás en la historia de Mar del Plata sucedió algo con otro grupo de inmigrantes, aun cuando se han repetido casos contra quinteros bolivianos en la zona de Batán pero son de otra naturaleza delictiva.

Desde un primer momento se instaló el tema de la "mafia china", algo así como una organización extorsiva conformada por distintas tríadas y que responden a intereses del gigante asiático. Hay mucha información al respecto en internet y es fácil de comprobar que su existencia es real. Incluso que tienen mucha importancia en Perú, bajando desde allí al resto de Sudamérica.

Sin embargo, la mafia china también es un tema de coyuntura que bien puede haberse desviado hacia algo más grave y difícil de investigar. ¿Qué es la mafia china? ¿Y si aprovechando está cuestión delincuentes "comunes" decidieron iniciar su propia organización y se dedican ahora a exigir a supermercadistas chinos la entrega de dinero a cambio de protección? Las últimas investigaciones realizadas en Buenos Aires y Capital Federal no llegaron al puerto deseado y son muy pocos los que conocen con precisión qué es lo que sucede. Pero todo hace creer que los ejecutantes de los crímenes son argentinos, que los extorsionadores son argentinos, que los que amenazan son argentinos y que los encubridores son argentinos.

La muerte de He Xin Chao en Mar del Plata y los distintos episodios mostraron una realidad similar. Al ver el llanto de la esposa de la última víctima, la congoja profunda de sus familiares y el apoyo de los clientes del barrio queda establecida la duda de un modo más profundo aún.

Tal vez a los inmigrantes chinos en Mar del Plata les juegue en contra la barrera idiomática, su particular estilo de vida y la escasa participación social que desarrollan. Eso preconfigura una imagen distante a la que el resto de la sociedad exige y crea juicios anticipados.

Por lo pronto los investigadores en Mar del Plata, encabezados por el fiscal Mariano Moyano y por el personal de la DDI local, avanzan lentamente en medio de tan escabrosa trama. Pero no descartan trabajar sobre la pista nacional, la del terruño.

Balazo en la persiana

Habría sido producido por un proyectil calibre 9 milímetros el orificio en la persiana metálica del supermercado Pekín de la avenida Jara 3215 que fue descubierto por los investigadores gracias a una fotografía del diario LA CAPITAL.

Este nuevo elemento que se incorporó a la instrucción llevada adelante por el fiscal Mariano Moyano puede suponer que antes del crimen de He Xin Chao se habría perpetrado una amenaza a tiros contra el frente del comercio.

La imagen fue tomada por el fotógrafo Mauricio Arduin, el lunes por la tarde, cuando el local permanecía cerrado mientras se iniciaba la ceremonia de velatorio del comerciante asesinado.