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28-11-2015

Sigue impune el crimen de un camionero marplatense

Autoridades judiciales y policiales de Necochea continúan sin poder avanzar en el esclarecimiento del asesinato de Rubén Morinigo, quien el 1º de julio fue atacado a tiros cuando manejaba su camión en la ruta 88.

La investigación por el asesinato del transportista marplatense Rubén Morinigo (38), a quien autores desconocidos lo balearon en cercanías de la localidad de Necochea el primer día de julio de este año, sigue estancada y pocos son los avances que auguren un esclarecimiento.

En los próximos días se cumplirán cinco meses del episodio que dejó mal herido a Morinigo y que le causó una agonía de 20 días en la clínica Central de dicha ciudad.

Tanto Silvia Gabriele, titular de la fiscalía Nº1 del departamento Judicial Necochea, como los policías de la DDI no pudieron resolver un crimen que conmocionó por la manera inexplicable en la que se produjo.

El miércoles 1º de julio, tal como fuera publicado por LA CAPITAL, Morinigo conducía el camión Mercedes Benz 1114 con el que transportaba mercadería del distribuidor Yaguar. Al camionero lo acompañaban tres hombres que trabajaban en la descarga de los empaques en los distintos comercios.

Al salir de Quequén y tomar la ruta 88 para regresar a Mar del Plata se acercó al camión un automóvil blanco con al menos dos ocupantes, uno de los cuales apuntó con un arma directamente a la cabina.

Por causas que todavía son un dilema en medio de esa amenaza se pudieron escuchar algunos insultos proferidos por el hombre armado que, segundos después, abrió fuego.

De acuerdo a los peritajes posteriores, el proyectil habría impactado contra la carrocería de la cabina del camión y luego en la cabeza Morinigo, provocándole severas lesiones.

Las otras personas que iban en el camión no aportaron datos de relevancia a los investigadores, ya que se hallaban en lado opuesto de la cabina.

Morinigo falleció tras permanecer 20 días internado en la Clínica Regional. La autopsia permitió extraer el proyectil que tenía alojado en la cabeza con el fin de realizar una pericia, pero al hallarse fragmentado no se pudo determinar su calibre.