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La Ciudad 22 de julio de 2017

Padres, hijos y escuela: relaciones conflictivas que requieren revisión

"Ser padres debería ser gozoso no penoso", recuerda la psicopedagoga Liliana González, quien invita a los adultos a repensar su rol frente a los hijos y las instituciones.

Por Albertina Marquestau
twitter:@albermarquestau

Los videos de la psicopedagoga cordobesa Liliana González recorren desde hace días los grupos de Whatsapp de padres y se comparten en los muros de Facebook. Ella misma se sorprende de los llamados que recibe desde diferentes puntos del país y aclara: “Lo que digo lo veo en las aulas y en el consultorio, no es más que la realidad”. La psicopedagoga con 30 años de experiencia en docencia en el nivel superior formando psicopedagogos y educadores especiales en el Instituto Cabred y en universidades del interior del país, es también especialista en clínica de niños, adolescentes y orientación familiar.

-¿Por qué son importantes las vacaciones tanto en los chicos como en los padres?

-Los padres no descansan demasiado porque hay que organizarles actividades a los chicos, pero el concepto de vacaciones para mí es el de romper la rutina, por lo tanto los chicos tendrían que dormir a la hora que tengan ganas, jugar y disfrutar del programa que se pueda armar en base al bolsillo de los padres y de los tiempos de ellos, porque no todos están de vacaciones. Deberían ser días lindos en los que no hay que repasar las tablas ni los verbos, habría que olvidarse de la escuela y conectarse con el hijo desde un espacio lúdico, de alegría.

-La idea de que los padres dejen de estar hiperocupados y se dediquen a los chicos ¿es lo más importante?

-Sí, una vez escuché a unas madres decir: “¿Cuándo se inventarán las escuelas de invierno?”, en referencia a los 15 días del receso. Y la verdad es que me dio una profunda tristeza porque hay chicos que terminan las clases y al otro día empiezan con las colonias de vacaciones, y haciendo cosas que por ahí no les gustan. La verdad es que esa visión de la infancia que tienen que estar con agenda completa y ocupados como los papás, no es una infancia que a mí me gustaría vivir. La verdad es que la infancia es jugar y aprender en tiempo y forma, ya hay 9 meses de escuela como para después seguir 2 más en la escuela de verano. Pero bueno, hay chicos que les gusta, y otros que se aburren y están obligados.

-También algunos padres -no todos-, les cuesta compartir tiempo con sus hijos y hasta se crean obligaciones…

-Hay papás que incluso les crean actividades a sus hijos y se convencen que a ellos les gusta, pero en el consultorio yo escucho a muchos chicos que se quejan de esto, que no disfrutan de la danza, el baile, el fútbol. Ahora bien, si les gusta, lo hacen con ganas y se organizan con los tiempos de la escuela, bienvenido sea. Es mejor que estén haciendo esas cosas que estar pegados a las pantallas todo el día. El tema es que estén a gusto porque sino es así lo que viene después es el estrés, la fatiga, el cansancio que se traslada a la escuela.

-¿Ve usted en el consultorio casos de chicos cansados por las obligaciones y las actividades extras?

-Sí, en general sucede que cuando se trata de deportes manifiestan interés pero de lo que se cansan es de tener que ir a una escuela bilingüe y a la tarde ir a apoyo de lengua, de inglés, es algo que no termino de entender… Hay chicos que no están pudiendo ni con el idioma nuestro. Cada chico es un mundo, entonces hay que leer lo que le pasa a cada uno. Hay niños a los que les viene bien la doble escolaridad y otros que no la soportan, así que hay que mirar a cada hijo en particular. Yo sé que eso no es cómodo porque es más fácil que vayan todos a la misma escuela y horario. Pero he tenido familias lúcidas que mandan a sus tres hijos a tres escuelas distintas.

-¿Por qué dice que los vínculos se ven afectados por la escolaridad?

-Es terrible esto. A mí me llama la atención a veces padres que no están nunca en la casa o parejas que no están bien, familias que están disfuncionando con niveles de agresividad, padres que se quedan sin trabajo, mamás que tienen que trabajar mucho…. pueden pasar muchas cosas en la escena familiar, pero los chicos tienen que tener un pedazo de la escuela pase lo que pase. Pero la verdad es que no pueden porque ellos son inteligencia y corazón. A veces se los mira como que el trabajo de ellos es ir a la escuela y traer buenas notas y no siempre se puede, aunque sean inteligentes. Depende de cómo la estén pasando en la escuela porque hay chicos que no están bien y hay padres que no se dan cuenta.

Defensores

-Hoy algunos padres se han convertido en sindicalistas de sus hijos en la escuela, incluso algunos van al extremo de pelearse con todos, ¿por qué será?

-Sí, es una realidad y antes no pasaba. Atacar y agredir al docente es quitarle autoridad y la verdad es que si no tiene el respeto de los chicos basado en la autoridad pedagógica no en el autoritarismo ni el miedo, no sirve. El docente es quien le va a enseñar a tu hijo, pero si como padre lo criticás y humillás, ¿cómo hace el chico para estar nueve meses aprendiendo de alguien que no respetan sus propios padres? Es como un absurdo, un doble discurso que trae malas consecuencias.

-¿Cómo ve el uso del Whatsapp en el grupo de padres de la escuela? ¿Quita responsabilidades a los chicos?

-Sí, por ejemplo con el tema de copiar la tarea ya que después escuchamos que los chicos le dicen a la maestra en el aula: “No importa después mi mamá la pide en el grupo”. Y también genera que se opine de cosas que no corresponden. Comentar en el grupo que una maestra le gritó a un niño en el aula porque tenía un mal día -es un ser humano-, eso no tiene que convertirse en algo público. Le importa a la maestra, al niño y los padres, el resto no tiene que opinar. Es como que todo se generaliza, se publica, se muestra, todos tenemos derecho a opinar, y la verdad es que le estamos haciendo un daño terrible a la escuela.

-Asimismo llega una edad en la que los chicos deben hacerse responsables de lo que pasa en la escuela…

-Después de pasar 4° grado diría, los chicos tienen que ir logrando una autonomía y terminar el primario absolutamente autónomos. También es su responsabilidad tener horarios de estudio, carpetas, mochila, y la verdad es que no lo estamos logrando. Hay chicos que terminan la primaria sin hábitos de estudio, sin poder levantarse a la mañana y yendo a la escuela sin desayunar y olvidándose de cosas. Esta es una construcción que hay que hacer desde muy chiquitos, pero bueno, tiene que haber una mamá que muchas veces se tome el tiempo cuando son más chicos de enseñarles a preparar la mochila. Una vez que lo aprende y por ejemplo se olvida de algo, se vienen las consecuencias y de eso se trata la vida, de que las conductas tienen consecuencias. Si la mamá se enoja porque le pusieron una nota porque se olvidó la carpeta, no está colaborando para que ese chico aprenda que las conductas tienen consecuencias y tienen que ser responsables.

– Ser padres implica un trabajo y no todos lo ven así ¿no?

– Es un trabajo, ya nada es igual cuando sos padre o madre. Aparece la palabra renuncia, sabés que no vas a dormir profundamente nunca más, hay que renunciar a cosas personales por ellos y si uno no está dispuesto a eso y a ese trabajo, la verdad es que hay que plantearse si se quiere armar una familia. Pero por otro lado es un trabajo que debería ser gozoso, uno debería tener ganas de estar con los hijos, no tiene que ser un trabajo penoso, sino de placer para que los chicos sientan que papá y mamá nos aman, nos quieren, que son valiosos para ellos, que por más que trabajen mucho tienen apuro por volver a verlos, que en ese abrazo que le dan cuando llegan del trabajo le están diciendo cuánto lo extrañaron.

-Recuperar la autoridad sigue apareciendo como una necesidad después de mantenerse oculta por otras connotaciones…

-Sí, nos fuimos al otro extremo para no caer en el autoritarismo, pero tenemos dificultad para decir no cuando la verdad es que cuando uno ama tiene claro que hay que decir que no. Cuando se ama se cuida, es así de simple. No podés decirle a un chico que coma chizitos todo el día porque uno sabe que le hace mal, el no viene desde el lado del amor, lo otro sí es represión y autoritarismo, cuando es el no sin sentido. Me parece que el no es una consecuencia del amor, en tal caso habrá que revisar qué nos pasa con el amor.

Revisión

-Después de tantos años de trabajar con escuelas y chicos en edad escolar, ¿cree que es necesario repensar la escuela?

-Totalmente, diría que 180° tiene que cambiar la escuela porque los chicos de hoy no son los de ayer, no son los que se ponían de pie cuando entraba la maestra, se sentaban silenciosos y escuchaban todo el tiempo. Esos chicos no existen más, hoy llegan a la escuela desesperados por jugar, no por conectarse con la matemática y la ciencia. Están encerrados por cuestiones de seguridad y el único lugar que tienen para jugar es la escuela entonces la escuela va desvirtuando su desafío. La escuela no puede ser puro recreo. Se habla de escuela container, deportes, estacionamiento, es como que los chicos van y no tiene sentido para ellos. La escuela debe situarse de otra manera, no puede ser un lugar donde vayan a buscar contenidos porque eso está en Google. En la escuela se tienen que encontrar con propuestas de investigación, debate, de pensamiento. La escuela tiene que explotar en todo lo que es comunicación, palabra, expresión artística, teatro, todo lo que los chicos puedan hacer lejos de las pantallas se lo tiene que ofrecer la escuela.