A horas de que comience la ceremonia de asunción del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y pese al frío de la madrugada, cientos de simpatizantes del futuro mandatario y una pequeña manifestación anti-Trump llegaron al corazón de Washingtron para buscar los mejores lugares desde donde participar de esta histórica y tensa jornada.

Pese a que aún no había amanecido, muchos “trumpsters” (como se autobautizaron los simpatizantes del futuro presidente) se levantaron muy temprano y -en ómnibus, subte o caminando- hicieron la peregrinación hasta los puestos de control, hoy únicas puertas de entrada a la zona del Capitolio, donde jurará Trump, y a la ruta del desfile posterior, que terminará en la Casa Blanca.

Nadie que no tenga acreditación especial o una entrada -que fueron sorteadas hace tiempo- podrá ingresar al escenario principal del traspaso de mando.

Sin embargo, algunos sindicatos, partidos opositores minoritarios y manifestantes anti-Trump en general intentarán romper este cerco cuando la ceremonia de asunción esté en marcha.

Bien temprano, decenas de manifestantes comenzaron a congregarse en la estación de subte Union Station, la más próxima al Capitolio.

Bajo la consigna “disrupt J20” (“interferir con el 20 de enero”), buscarán boicotear la tranquilidad y las celebraciones de la jornada para advertir al nuevo gobierno que “el fascismo no será aceptado en Estados Unidos”, según prometen sus carteles.