Quilmes se jugará esta noche en un apasionante mano a mano con Ferro Carril Oeste el pase a la final de la Conferencia Sur de la Liga Nacional de básquetbol, en la que San Lorenzo ya tiene un lugar asegurado.

El estadio “Héctor Etchart” de Caballito, a partir de las 21.10, será el escenario de este quinto y decisivo encuentro de una serie semifinal que ganó voltaje con el correr de los partidos y hoy está al rojo vivo.

La eliminatoria comenzó con un milagro quilmeño, que levantó como visitante una desventaja de diecinueve puntos y se impuso en suplementario. Ferro reaccionó en Caballito con un triunfo en la última pelota del segundo partido y, ya en Mar del Plata, con un partidazo en el tercero.

Bajo presión, en el cuarto encuentro, el equipo de Javier Bianchelli salió a flote con un gran primer tiempo y con un Eric Flor enorme.
Quilmes, que tuvo una gran chance de volverse 2-0 de Caballito, llega de esta manera a un quinto partido que tal vez hubiera firmado antes del comienzo de la eliminatoria.

Ferro es un rival harto difìcil, que lo complicó mucho durante la serie regular, con un caudal de juego importante cuando un base del talento de Franco Balbi logra alimentar a los internos.

Pero el equipo marplatense sabe jugar quintos partidos. Como lo demostró en Bahía Blanca para eliminar a Bahía Basket. Como quedó evidenciado hace dos temporadas ante Argentino de Junín y Obras Sanitarias con Vildoza, Maciel y Clark en sus filas.

Con los bolsos cargados de ilusiones, el plantel “tricolor” partió ayer alrededor de las 14 a Buenos Aires. El base Bruno Sansimoni y el alero Diego Cavaco viajaron para acompañar a sus compañeros, pero sin expectativas de jugar.

Además de los ocho profesionales habituales (Vildoza, Flor, Ruiz, Basualdo, Eslava, Maciel, Clark y Robinson), integraron la delegación los juveniles Fermín González y Jeffrey Merchant. En tanto que el pivote Tomás Reimundo se sumó al equipo en Buenos Aires, ya que estaba en esa ciudad en una concentración de la preselección nacional U19.

Ferro, por su parte, afrontará este último partido con la misma rotación que en Mar del Plata. Sin el alero estadounidense Lorrenzo Wade, despedido por indisciplina.

Ambos equipos se conocen de memoria. Más allá de su formidable producción ofensiva del último domingo, a Quilmes le conviene un escenario de tanteador bajo, con errores que puedan “comerle la cabeza” al elenco local, siempre más obligado a avanzar en el torneo.

Un juego de ataques fluidos le sienta mejor a Ferro, que no depende de algún hombre en particular. En un contexto dominado por el error, Quilmes tiene hoy individualidades un poco más gravitantes.

Sin embargo, para aspirar a un escenario así, el elenco marplatense debe defender más que en el Polideportivo. Acercarse a las dos producciones defensivas iniciales de la serie es el ideal para el entrenador quilmeño Javier Bianchelli.

El ganador de este cotejo se medirá con San Lorenzo en la final de la Conferencia Sur. Los días de partidos son el 19, 21, 24, 26 y 30 de junio. Quilmes luchará para estar en ellos.