¿Y vos qué harías para llegar a ser presidente?, ¿serías capaz de generar alianzas con políticos ideológicamente opuestos a vos?, ¿devaluarías si eso te ayudaría a sumar poder?, ¿romperías acuerdos? Nicolás Martínez (36) es un docente marplatense que llevó éstas y otras preguntas a un divertido juego de mesa que pretende entretener e informar.

Siguiendo el estilo de clásicos como el Monopoly o TEG, “¿Quién quiere ser presidente?” consiste en un juego de mesa donde seis gobernadores intentarán llegar a la presidencia haciendo uso de sus habilidades para conseguir votos y dinero. “El país se encuentra en una profunda crisis institucional, social y económica producto de políticas equivocadas, corrupción, desocupación, pobreza, narcotráfico e inseguridad. Usted es gobernador de una provincia, tiene la posibilidad de postularse a presidente y revertir la crítica situación”, señala la presentación del juego.

“Desde chico siempre fui de comprarme juegos de mesa y cambiarle las reglas, pero ya hace algunos años que venía pensando hacer uno de política donde no se sepa quién puede ser el ganador hasta último momento”, explica Nicolás, y agrega: “No quise circunscribirlo a la política argentina, así que lo amplié a toda Latinoamérica”.

Desde el inicio del juego, cada uno de los seis gobernadores tendrá una figura que determinará si serán de izquierda o de derecha. Sobre esta posición ideológica deberán basarse los jugadores a la hora de tomar decisiones. “Cada cuatro vueltas habrá elecciones, y siempre uno será el presidente. La dinámica siempre es el presidente contra los gobernadores, y éstos metiendo presión al presidente y armando alianzas o tomando decisiones para ganar más ‘poder’”, explica Nicolás.

Nicolás Martínez.

Entendiendo al juego como una herramienta educativa, Nicolás señaló que “en ‘¿Quién quiere ser presidente?’, todas las acciones que pueden llevar adelante los jugadores tienen breves explicaciones, por ejemplo, qué es una devaluación, qué una amnistía, de esta manera se ayuda a comprender cuáles son los efectos de aplicar determinadas medidas políticas en un país”.

Si bien Nicolás ya realizó algunos ejemplares, actualmente se encuentra en una campaña de financiamiento a través de la plataforma de crowdfunding, IDEAME, que permite conectar emprendedores que necesitan dinero para llevar adelante sus proyectos, con colaboradores que aporten pequeñas sumas de dinero a cambio de ser parte de la iniciativa o recibir recompenzas. “Esperemos que funcione”, concluyó esperanzado Nicolás.

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