Por Sebastián Arana

Quimsa tiene un importante presupuesto y no está como quisiera. Quilmes tiene mucho menos. Pero consciente de sus limitaciones, hace valer su Luca. Este domingo empezó mal y estuvo contra las cuerdas. Pero detuvo la caída defendiendo. Y terminó de enderezar el rumbo con las electrizantes apariciones de su base, determinante en el complemento con 20 de sus 26 puntos, 7 de ellos en el minuto y medio final. Así se impuso 83 a 78 por una nueva fecha de la Liga Nacional de Básquetbol.

Quilmes sufrió el partido de arranque. Por no poder plantar una defensa tan confiable como la de otros partidos. Quimsa lo hirió por diversas vías. La que utilizó inicialmente fue el uno contra uno de Hopson contra Vildoza. Pero le fue sumando otras: puntos derivados de segundas instancias o el gol exterior de Harper.

El equipo de Javier Bianchelli resistió inicialmente con el buen arranque de Vildoza. Pero a partir de los cuatro minutos de juego forzó demasiadas situaciones y ya no anotó más tiros de cancha en todo el cuarto. Conclusión: Quimsa se llevó al descanso corto un concluyente 23-11.

El equipo santiagueño consiguió una renta máxima de diecisiete puntos (33-16) a los tres minutos del segundo parcial. El debutante Elliot se sumó a la fiesta de su equipo y mostró jerarquía para atacar el aro. Ni el ingreso de la mayoría de la rotación parecía sacar de línea a los santiagueños, que agregaban los tiros abiertos de Sahdi y González a su gran poder de fuego.

Sin embargo, por fin, hacia la segunda mitad del segundo cuarto Quilmes pudo apuntalar su defensa. Con Sansimoni, Cavaco y Eslava en la cancha. El primero de ellos, como si fuera poco, rescató al equipo del pozo más negro.

El olavarriense, primero, lideró con una ráfaga de cinco puntos un parcial de 8-0 que detuvo el vendaval santiagueño. Y después anotó siete más para sostener la ofensiva de los suyos en un desarrollo más parejo, que poco tenía que ver con la superioridad visitante del comienzo.

El tercer cuarto menos tuvo que ver. Otra vez con todos los titulares, ahora sí Quilmes terminó de ponerse duro atrás. Y lo de Vildoza, adelante, fue sencillamente maravilloso. Anotando de lejos, en penetración, sacando faltas y asistiendo. El base anotó trece en ese lapso y su equipo terminó el cuarto a la misma altura de un Quimsa errático: igualado en 59.

El segmento final fue atrapante. Quilmes obtuvo ventajas mínimas a partir de los rompimientos de Flor y las mantuvo con un gran esfuerzo defensivo. Pero cuando consiguió sacar seis puntos (72-66) con un triple de Sansimoni, Quimsa reaccionó de la mano de Harper, quien lideró con dos triples un parcial de 8-0 para restablecer el equilibrio.

En definitiva, todo se decidió en el último minuto y medio. Y en ese lapso Vildoza, quien no había anotado en el cuarto final, volvió a hacer magia. Con una penetración brillante, con un doble largo sobre el brazo extendido de Battle y con el triple clave a falta de 12”. Quimsa no pudo pararlo. Y este Quilmes, que sabe de sus limitaciones y de cuáles son sus bondades, logró un triunfo muy festejado.