Horas antes de desatarse el fuerte vendaval que azotó a la ciudad, LA CAPITAL dialogó con la presidenta de la sociedad de fomento de barrio Parque Camet, Sonia Ruiz. “Estamos en problemas si viene otro temporal”, destacó, antes de preguntar por las novedades en materia climatológica. Cuando supo del alerta anunciado por el Servicio Meteorológico Nacional no hizo más que resoplar. ¿Por qué? La reacción tuvo su sustento una vez concretado el pronóstico. El temporal llegó y agravó aún más el panorama cotidiano de los vecinos del barrio.
“Todavía no se solucionaron los problemas del último temporal. Baja el agua, pero todo sigue igual”, aseguró la fomentista, al tiempo que reclamó que “no se hizo ningún trabajo para evitar que se repita la situación”.
Los pedidos son varios y destacan irregularidades en lo que respecta a la limpieza de los arroyos, la frecuencia de los camiones de recolección de residuos y el estado de las calles.
“Tenemos el arroyo La Tapera y otra suerte de lago, que es una obra que nunca se terminó, y se nos llena todo de agua. Es más, ahora está repleto de basura y ramas”, indicó Sonia.
“Hace más o menos un año, al menos se limpiaban los arroyos. Había gente de las cooperativas que venía y limpiaba también las calles y los baldíos, que no tenían la cantidad de basura que tienen ahora”, agregó.

Desesperanza

Hay una palabra que la vecinalista repite una y otra vez: “desesperanza”, algo que, aseguró, sienten cada vez más vecinos del barrio.
“Teníamos esperanzas de alcanzar mejoras pero ya, a un año y medio, lo único que tenemos es desesperanza. Los reclamos se van acumulando y no tenemos respuestas. Los vecinos se están dando cuenta de esto y se están acercando a la sociedad de fomento para colaborar, pero bueno eso se verá también en las urnas”, deslizó, confiada en que los malos momentos se verán reflejados en los resultados electorales de este año.

Microbasurales

La voluntad de los vecinos para solucionar los inconvenientes que genera la acumulación de basura los llevó a idear un proyecto que consiste en la creación de grandes cestos de basura de madera, ubicados en esquinas estratégicas.
Al igual que otras iniciativas de sociedades de fomento, ésta sería llevada adelante con fondos propios.
“Tenemos un grupo de vecinos que ayudan voluntariamente a levantar la basura. La gente se está dando cuenta que no tenemos apoyo, entonces se acercan con ideas nuevas”. señaló.
Según indicó, el camión solía pasar al menos tres veces por semana pero desde hace un tiempo que ven restringida la frecuencia.
“Ahora por ahí pasa un lunes, el lunes y el viernes, un viernes…entonces ¿qué hace la gente? tira basura en alguna esquina”, graficó.

La ilusión del polideportivo

Entre los reclamos y necesidades expuestos, Sonia hace una pausa y destaca uno de los pendientes que más le pesa: el polideportivo, ubicado al lado del destacamento de Caballería de la Policía sobre la calle M. Gandhi
“Nuevo polideportivo, un barrio mejor para todos”, reza el cartel que anticipa la creación de una pileta cubierta climatizada y un gimnasio multifunción. Detrás nada de eso parece concretarse en un futuro cercano.
Parte de la estructura levantada se encuentra desprendida por el viento y, al igual que los pastizales de las inmediaciones, el interior aparenta arrastrar varios meses de nulo mantenimiento.
“El estado actual es lamentable porque lo están desmantelando. Tenemos miedo que al final no podamos llegar al objetivo y que tengan otra función”, sostuvo Sonia, sin poder evitar hacerse eco de los temores de los vecinos.
Reconoció haber tenido “muchas expectativas” respecto al proyecto ya que aseguró que “es muy necesario todo lo que sea educación, cultura y deporte para el barrio”.
Si bien aseguró haber elevado notas sobre la situación general del barrio y la importancia de finalizar las obras del polideportivo, Sonia fue contundente: “Quisimos hacer una mesa de trabajo en el Concejo Deliberante y no pudimos resolver nada porque nadie nos escuchó. Los únicos concejales que vinieron fueron de la oposición”.