Convocados por el subsecretario de Transporte y Tránsito, Claudio Cambareri, representantes de distintas dependencias municipales se reunieron en instalaciones del Centro de Operaciones y Monitoreo para coordinar tareas de cara a las salidas de egresados del 2018. “Priorizamos el orden como en años anteriores. Este es un pedido del intendente Arroyo. Se busca tener una planificación: Mar del Plata debe ser una ciudad modelo en lo que respecta a partidas seguras y controladas”, dijo el funcionario.

“El coordinador del operativo será Juan Manuel Cerliani y las partidas comenzarían aproximadamente el 22 de junio para terminar a mediados de julio”, agregó tras la reunión.

Junto a los empresarios de la ciudad dedicados al turismo estudiantil, estuvieron Carlos Iriarte (Transporte), Emilio Sucar Grau (Inspección General), Gustavo Méndez (Salud), Rodrigo Goncalvez (Defensa Civil), Diego Casco (EMDER), Jorge Zanier (EMTUR), Marcelo Lencina (Seguridad), Walter Angelini (Departamento Operativo de Inspección General), Martín Carlssen (Jefe de Motoristas de Tránsito) y en representación de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, Ezequiel López.

Cambareri expresó que luego que “las instrucciones que tengo son claras: Mar del Plata debe ser una ciudad modelo en lo que respecta a partidas seguras y controladas. La experiencia de los años anteriores, nos enseño lo bien que toman los padres estos controles, pero como siempre, pedimos colaboración para respetar los vallados y evitar accidentes en la partida”.

El responsable de Transporte y Tránsito, agregó que “este es un trabajo de muchas áreas que asegura que la fiesta sea total y no sólo se hace en esta época, ya que también estuvimos en diciembre, con unidades que salían hacia Brasil. Hacemos estos controles por pedido de distintos establecimientos educativos, con distintos viajes, que emprenden durante la época de clases”.

Estas acciones se llevarán adelante en la previa de cada una de las partidas desde el playón de estacionamiento externo del Minella. “A los micros, que llegan una hora y media antes del ascenso de los estudiantes, se les controla los neumáticos, los parabrisas, el funcionamiento del toilet, las butacas, los elementos de seguridad, los listados de los pasajeros próximos a partir y toda la documentación de la unidad. Luego, se verifica el descanso adecuado de los choferes y se realiza, con dos padres como testigos, el test de alcoholemia a todos los conductores”, explicaron tras la reunión.

“Finalmente, en el momento de la despedida, se requisa el equipaje de mano de los egresados, para evitar pirotecnia o consumo de alcohol durante el viaje”, concluyó Cambareri.