BALCARCE (Corresponsal)- Diana Sotelo (26 años) fue dada de alta luego de estar internada más de tres días para recuperarse de una herida cortante en el abdomen y una gran pérdida de sangre. Una vez que salió y cumplimentó trámites en la Comisaría de la Mujer, decidió abandonar la ciudad y de esa manera tratar de guarecerse de su pareja, Pablo Andrada (36), que está acusado de intentar matarla y luego reternerla durante dos horas con el objetivo de que se desangrara.

La mujer hizo declaraciones a la prensa fuera de la dependencia policial. No se olvidará jamás las palabras del que era su pareja después de introducirle una cuchilla de 20 centímetros de vaina: “Al hospital no vas, vas a ir al cementerio directamente”, le decía.

Y como si esto fuera poco, Diana contó que no contento con toda la paliza previa a la puñalada, una vez que la joven estaba perdiendo sangre el sujeto le aplicó al menos tres golpes de puño en la zona abdominal con el claro objetivo de cumplir con su palabra.

Fueron más de dos horas de sumo terror que vivió la víctima antes de que en un descuido pudiera escaparse de la casa en que se encontraban y pedir auxilio en una estación de servicio.

Hoy reconoce que está vive de milagro porque un playero llamó rápido a la ambulancia y porque los profesionales trabajaron rápido para parar la hemorragia.

Pero como si se tratara de un cuento de terror no todo el padecimiento terminó. Según consta en una denuncia que se encuentra investigando el fiscal Rodolfo Moure, los familiares del acusado de “homicidio en grado de tentativa, agravado por el vínculo”, concurrieron al hospital “Dr. Felipe A. Fossati” y amenazaron a la mujer para que deponga su actitud de denunciar a su agresor.

Se constató que tres mujeres, de 19, 45 y 69 años, parientes de Andrada, amenazaron en la habitación a Diana unas horas después de haber sido intervenida quirúrgicamente.

Diana Sotelo había llegado a Balcarce hacía seis meses -proveniente de su Necochea natal- para entablar una relación con Andrada. Al parecer, la cosa no venía bien y ya su pareja le había hecho escenas de celos que trajeron aparejadas algunas golpizas.

La víctima vino acompañada por sus dos hijos menores y el miedo a que les hagan algún daño, tanto su ex pareja como sus familiares, provocaron que decidiera rápidamente retornar a su ciudad, donde contará con la protección de su padre y sus hermanos.

Mientras tanto, Andrada permanece alojado en la Unidad Penal 15 de Batán y hasta ahora se negó a declarar. En la investigación será clave la palabra de un amigo del agresor, que presenció los hechos porque la pareja estaba de visita en su vivienda.

La víctima recordó que todo se originó durante un diálogo sobre su hijo mayor. “El me había agredido antes, en los dos últimos meses, y volvió a hacerlo ahora. Me pegó un golpe en la cabeza y luego me dio la cara contra el piso, provocándome una herida en el rostro y en un ojo. Y finalmente me aplicó una puñalada”, describió Diana angustiada.