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Interés general 13 de enero de 2018

Sigue sin baños la Casa del Puente: hoy la visitaron más de 100 personas

La Municipalidad decidió hace cinco días retirar las unidades presentes en el lugar. Pese a las posibilidades de que la Asociación Amigos de la Casa sobre el Arroyo junte fondos para colocar una nueva unidad, turistas y marplatenses siguen recorriendo una joya arquitectónica de la ciudad en aparente olvido.

Este sábado el reloj dio las 11 y en la Casa del Puente comenzó, de manera simultánea, la guía de relevamiento de las especies del parque y la clásica visita por la histórica casa que el arquitecto Amancio Williams le hizo a su padre, el músico y compositor, Alberto Williams, entre 1943 y 1945. En total, deambulando por el lugar -también proclamado patrimonio cultural-, hubo alrededor de 150 personas que, ante tanta belleza, solo encontrarían un inconveniente: la ausencia de baños.

Desde hace cinco días, la gestión de Carlos Arroyo tomó la decisión de retirar los dos baños químicos que el establecimiento ubicado en Quintana al 3900 tenía para uso público y para el personal municipal trabajando en el lugar (dos administrativas, un gestor cultural y demás voluntarios que desde hace años ponen su tiempo y conocimientos al servicio del espacio).

Según señaló la Municipalidad, en un comunicado emitido tras la noticia publicada por LA CAPITAL,  la medida obedeció a una decisión de la Secretaría de Cultura, luego que su titular, Silvana Rojas, considerara que los precios ofrecidos por la empresa proveedora del servicio superaban en un 30% o 50% lo pagado por un particular, hecho que llevó a desestimar cualquier tipo de contratación.

Lo cierto es que, este sábado, y desde retirados los baños del lugar, la emblemática casa siguió siendo objeto de curiosidad de turistas y marplatenses que, ansiosos por conocer una de las joyas arquitectónicas de la ciudad, se dirigían al predio y solicitaban ingresar.

Así fue que esta mañana el lugar estaba repleto de personas de todas las edades. Dos niños de no más de 12 años corrían entre las plantas mientras sus padres escuchaban atentos la historia de los más de 240 árboles y arbustos que le dan vida al lugar. A unos pocos metros, un vecino de unos 80 años, se hacía paso entre el grupo que hacía preguntas sobre una casa que sabe ser reconocida internacionalmente por profesionales de la arquitectura.

En los más de cuarenta minutos que duraron ambos recorridos, todos y cada uno de los presentes estuvieron expuestos a no poder resolver una necesidad humana natural: ir al baño.

 

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Durante los minutos que LA CAPITAL estuvo en el lugar, varias de las personas compartieron su indignación ante la situación. Uno, incluso, oriundo de Ramos Mejía, interrumpió la conversación de esta cronista con vecinos de la zona para solo decir: “Hace cincuenta años que veraneo en la ciudad y esto es insólito”, señaló indignado. A su reclamo sumó el estado de suciedad de la Rambla y el resto de la ciudad.

Según pudo saber este medio, la preocupación de vecinos, profesionales de la cultura y empleados llevó a la Asociación Amigos Casa sobre el Arroyo a comenzar las gestiones para reunir fondos y colocar un baño químico en el lugar. La medida aun no se concretó.

Pero la preocupación no se agota ahí. El miedo al cierre y la posterior privatización sigue sobrevolando la conversación de muchos profesionales del ámbito, quienes aseguran que el retiro de las unidades sanitarias responde exclusivamente a ese objetivo final.

Así las cosas, parecería que los trabajadores del lugar siguen apostando a un espacio que no sólo revive la esencia de grandes talentos como el de Williams, sino también es cuna de talleres fotográficos y charlas educativas a alumnos de secundarios, terciarios y universitarios de la ciudad. También ha sabido ser escenario de otras actividades culturales como el cierre de la cuarta edición de Mar del Plata Jazz 2014.

Sin seguridad y cajera

Por otra parte, la Casa del Puente también se vio afectada en octubre, cuando el intendente Arroyo decidió no renovar el contrato con la empresa que garantizaba la seguridad en varias dependencias del área de Cultura. Si bien la Comuna aseguró que el servicio sería suplido por efectivos de la Policía Local, la imposibilidad de cubrir todos los establecimientos bajó la órbita de Silvana Rojas dejó a algunos sin seguridad.

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Este fue el caso de la Casa del Puente que, desde entonces, mantiene su puerta cerrada con un candado y solo es abierta por los empleados del lugar una vez que advierten la llegada de personas interesadas en conocer el lugar.

En otro orden de cosas, el establecimiento hace aproximadamente un año que permite el acceso gratuito. Esto estaría lejos de ser considerada una política pública tendiente a favorecer la inclusión en la Cultura de todos los que así lo desean, ya que la medida parecería ser el resultado de un insólito inconveniente burocrático.

Hace alrededor de un año falleció la mujer responsable de cobrar el bono de contribución de $21, ticket que habilitaba el ingreso al lugar. Desde entonces, reza un cartel en la puerta que advierte que “por el momento, el ingreso es gratuito”, ya que nunca dicha empleada fue reemplazada. Vale destacar que quien ocupe ese cargo deberá estar registrado en una categoría acorde y percibiendo el plus que indique el convenio colectivo de trabajo para quienes tengan la responsabilidad de manejar dinero.

Una casa con historia

Por su conjunto arquitectónico, cultural y paisajístico, la Casa del Puente forma parte de los seis museos que cuenta el municipio, y la historia de su arquitecto, Amancio Williams, constituye la esencia del lugar.

La vivienda-estudio musical fue diseñada y construida como regalo para su padre, el músico y compositor, Alberto Williams, entre 1943 y 1945. Sus particularidades constructivas están basada en el Movimiento Moderno del siglo XX y siguen el lineamiento natural del terreno, algo que la transformó en objeto de estudio de arquitectos y aficionados.