El arma, de mango de madera y calibre siete milímetros, estaba valorada entre 53 mil y 74 mil dólares, pero las expectativas de la casa Christie’s se vieron superadas con el cierre de la venta, a 460.913 dólares.

Verlaine (1844-1896) había comprado el arma el mismo día que la disparó y la empuñó tras discutir con el entonces adolescente Rimbaud (1854-1891), a quien había conocido dos años antes y esos dos disparos, uno de los cuales dio contra una pared, marcaron un punto de inflexión tanto en ese vínculo amoroso como en su creación literaria.

“El autor de los ‘Poemas saturnianos’ se encontraba desgarrado entre su vida familiar y su pasión por el joven Rimbaud, a quien superaba en diez años”, dijo la directora del departamento de Libros y Manuscritos de Christie’s en Francia, Isabelle de Conihout.

El romance comenzó en septiembre de 1871, luego de que invitara a Rimbaud a París para verlo, conmovido por los versos que el precoz poeta le había enviado, y un mes antes del nacimiento de su primer hijo con Mathilde Mauté.

Reino Unido y Bélgica fueron escenario de las fugas de los amantes y fue en Bruselas, cuando Rimbaud anunció su intención de terminar el vínculo, que Verlaine, borracho, le disparó dos veces, una de ellas en la muñeca izquierda, agresión que terminó con una denuncia policial y una sentencia a quince meses de prisión agravada por “pederastia”.

“Este episodio tuvo una influencia directa” en la creación de Verlaine, recordó De Conihout, quien en la celda 252 de la prisión de Mons donde estuvo 555 días escribió los 32 poemas que publicó en las antologías “Sabiduría”, “Antaño y hogaño”, “Paralelamente” e “Invectivas”, mientras que Rimbaud volvió a casa de su madre y se volcó a la escritura de “Una temporada en el infierno”.

Christie’s acompañó su presentación con el relato que el comisario jefe de policía escribió ese mismo 10 de julio de 1873: “El revólver estaba todavía cargado”.

El arma fue expuesta al público por primera vez en 2015 en Mons, con motivo de una muestra centrada en Verlaine.

Verlaine y Rimbaud volvieron a verse por única y última vez tras la puesta en libertad del primero, en febrero de 1875, en Stuttgart, Alemania, oportunidad en la que Rimbaud le entregó el manuscrito de las “Iluminaciones”.