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La Zona 11 de marzo de 2018

Triste realidad del establecimiento educativo más antiguo de Miramar

Humedad, filtraciones, falta de pintura, pisos hundidos y una biblioteca que se inunda cada vez que llueve marcan la actualidad de la Escuela N°1 que funciona desde 1894.

por Hernán Espinosa

MIRAMAR (Corresponsal).- Ya en el acceso de la escuela primaria Nº1 “General José de San Martín” se observa una sensación de tristeza generalizada, los docentes y personal auxiliar realizan tareas diversas mientras se entrecruzan con operarios de una empresa que lleva adelante refacciones atrasadas en los sectores de baños, importantes por cierto, aunque eso impidió hasta este momento el comienzo de clases para 600 alumnos.

La idea era volver a las aulas este lunes y pese que en la puerta del establecimiento existe un cartel que aduce “No comienzo de clases lunes 12 de marzo”, fuentes gremiales confirmaron a LA CAPITAL que habrá una supervisión y se aguardan definiciones de último momento, dependiendo de la marcha de la obra.

La realidad del establecimiento educativo más antiguo de General Alvarado, – su creación data de 1894 con dos sedes anteriores -, es realmente preocupante, alcanza con caminar por los pasillos y observar un panorama desolador, incompatible totalmente con la trascendente tarea de educar.

Son los niños que aún no pudieron retornar a las aulas para este ciclo escolar 2018 quienes deben conformarse con realizar módulos elaborados por los propios maestros para de alguna manera en sus casas no perder tanto tiempo ya que el problema edilicio lógicamente debería haber estado solucionado antes del 5 de marzo, más teniendo los dos meses de receso por temporada estival.

“Vengo a traerle la tarea a la seño”, le dice un nene a una autoridad escolar, quien a su vez con LA CAPITAL de testigo asegura que, “el sentimiento es de una tristeza generalizada”. A la par los obreros siguen picando paredes y tratando de terminar tres baterías de sanitarios.

Pero la situación no sólo se reduce a eso, la humedad de los salones no es nueva, las paredes están descascaradas con revoques caídos, hay cortinas rotas y la pintura ya comienza a tomar tonalidades sepia.

Igualmente, lo preocupante es que no hace mucho tiempo hubo arreglos en los techos y canaletas pero los manchones por filtraciones vuelven una y otra vez. Trabajos mal hechos y falta de control de los organismos estatales es lo que paralelamente se observa.

“Con la primera lluvia fuerte de este año la biblioteca se inundó toda, es una locura que los nenes no puedan venir al colegio. Todo se emparcha, nada se arregla como es debido”, contó a este diario otra docente previo a ingresar a la escuela para cumplir su carga horaria.

Actualmente, la escuela nº1 que cumple un rol fundamental en el desarrollo escolar de General Alvarado, cuenta con un cuerpo de 24 docentes fijos, más aquellos especiales y auxiliares, entre otros, para atender a quienes concurren de 1ro a 6to grado.

“No es para nada positivo que los chicos realicen en su hogar lo que tendrían que hacer en el colegio porque en muchos casos los padres trabajan y ellos no tienen quienes les ayuden si necesitan. Es lamentable”, confió una mamá consultada, mientras acompañaba a su hijo para dejar la tarea.

Improvisación

El recorrido continúa por las instalaciones y especialmente aulas que traen innumerables recuerdos que contrastan con una dura realidad para este corresponsal que transitó allí su educación primaria entre los ’80 y principios de los ’90.

Más filtraciones, falta de pintura y pisos hundidos integran el panorama. A eso se suman ventanales con vidrios enormes -algunos en estado deficiente- que paralelamente se transforman en un peligro continuo de accidentes.

No está demás decir, que los propios docentes son quienes muchas veces con el aporte de padres debieron hacerse cargo de errores e improvisaciones estructurales heredadas de quienes deberían otorgar las respuestas necesarias.

Uno de los salones, tiene desde el año pasado la puerta con una cuerda que simula al picaporte. Al cerrase por el viento, le produjo en noviembre el corte de una falange a una alumna de 6 años. O sea que si las clases hubiesen comenzado, ese tema de seguridad tampoco quizá no estaría solucionado.

Respuesta oficial

Desde el Consejo Escolar de General Alvarado, su presidente Horacio Biocca, reconoció que, “las tareas están atrasadas por responsabilidad de la empresa prestataria. Tendrían que haber comenzado antes pero se reforzaron las cuadrillas para terminar los baños en cuanto antes. También tenemos que ser positivos y se está trabajando para mejor. Los baños van a quedar nuevos pero sabemos que hubo riesgo y no pudimos comenzar oficialmente las clases en esta escuela tan emblemática”.

De igual manera, el funcionario educativo sostuvo que, “entendemos la impaciencia y los reclamos de los padres, por eso desde la semana pasada estamos en permanente contacto con la Jefatura Distrital y Dirección Provincial de infraestructura para solucionar los inconvenientes y de ser posible comenzar este lunes”.

Por otra parte, desde el bloque de concejales del Frente Renovador, presentaron un pedido de informes al Consejo Escolar para interiorizarse sobre la situación del establecimiento educativo y por qué la obra no fue concluida en tiempo y forma, considerando los dos meses de receso por temporada veraniega.

Además, entre los diferentes puntos, se solicitó saber la fecha real del comienzo de clases.

Más allá de que se solucionen los inconvenientes de baños y los chicos vuelvan o no a las aulas este lunes, hay cuestiones profundas que merecen analizarse y resolverse. Cuesta entender la realidad de la escuela nº1 y cómo se llegó a una situación estructural que deshonra su historia e importancia educativa en el desarrollo de la comunidad.