Un hombre de 60 años murió de un infarto mientras jugaba al fútbol por encontrarse “muy angustiado” ya que delincuentes asaltaron a su hija en la noche anterior.

El caso generó gran conmoción en los allegados del fallecido, identificado como Romelio Siprian, quienes no dudaron en vincular el ataque al corazón con el golpe que le produjo el momento traumático que pasó su hija.

Según relataron los amigos, el hombre había llegado este sábado “muy angustiado” a la cancha ubicada en la zona oeste de Rosario.

El masculino -que se dedicaba a la venta de insumos para panadería- “llegó tarde a jugar, lo que no era común en él, muy angustiado y hablador. Les contó a los que estaban en el banco que la noche anterior le habían entrado a robar a su hija y le habían hecho un desastre. Estaba muy mal”, relató uno de los amigos.

Debido a que llegó tarde, Siprian tuvo que ir al banco de suplentes y entró a jugar en el segundo tiempo: se encontraba en el campo contrario -dado que era delantero- cuando su cuerpo se desplomó.

“Fue muy fuerte. Pablo, otro compañero, enseguida le hizo RCP y rápidamente se acercó la médica que estaba en la ambulancia que siempre está al lado de la cancha cada vez que jugamos”, narró.

Según confió el compañero de equipo, Siprian habría vuelto en sí unas dos veces, pero se volvía a descompensar. Otra ambulancia llegó al lugar para asistir en las tareas de rescate, pero nada pudieron hacer para reanimarlo.

“Era un muchacho muy callado y con un estado físico envidiable. Es más, creo que era el que mejor estado tenía de todos los que jugamos en el equipo”, aseguró quien no podía salir de la congoja y el estupor por lo sucedido.