Un perro llamado Boo estuvo un mes esperando en un colchón que la familia que lo abandonó regrese a buscarlo.

El hecho ocurrió en Detroit, Estados Unidos, y los vecinos del lugar donde se encontraba el animal advirtieron que una familia que se había mudado del vecindario había dejado al perro librado a la suerte.

Pese a que era alimentado, Boo se rehusaba a abandonar el colchón en el cual lo habían dejado y allí estuvo por 30 días esperando.

Finalmente, según publicó el periódico BuzzFeed, los vecinos de la zona se contactaron con Mike Diesel, responsable de la protectora Detroit Youth & Dog Rescue, y fue él quien pudo ganarse la confianza del perro.

Tras 11 horas de compañía y un desayuno en un local de comida rápida, Diesel consiguió persuadir al animal y este accedió a subirse al vehículo de la protectora.

“Boo y yo tuvimos una conversación”, aseguró Diesel y agregó: “Le conté que es lo que pasaría de ahora en adelante y que nunca más volvería a ser herido”.

Boo cada día luce mejor.

Ahora, Boo inició un tratamiento veterinario de seis meses, que servirá para recuperarlo emocionalmente y así pueda volver a convivir con una familia.

Si bien todavía no se sabe cuál será su nuevo hogar, desde la protectora de animales aseguran que no paran de llegarle ofertas para adoptar al perro.