MIRAMAR (Corresponsal).- La octava edición de la Pascua Gigante en Miramar, tuvo su epílogo esta tarde con la ruptura del Conejo Gigante de Chocolate, que según se informó contó con un peso superior a las 2 toneladas y una altura que osciló los 5 metros.

Los últimos días hubo algunos contratiempos organizativos, sobre todo cuando por cuestiones de salud – eso trascendió -, el maestro pastelero Walter Aragonés debió dejar la obra gastronómica que pasó a manos de otras personas, quienes pese a no contar con tanta experiencia, tomaron la posta y con esfuerzo cumplieron el objetivo.

Algunas críticas, por las características fisonómicas de la enorme golosina no tardaron en llegar, especialmente a través de las redes sociales, aunque las autoridades se mostraron satisfechas por haber realizado este acontecimiento por octava temporada consecutiva.

“Más allá de cuestiones estéticas que pueden gustar o no, hace 8 años que la ciudad trasciende por este evento en la región, el resto del país y hasta el exterior”, dijo a LA CAPITAL, el secretario de Turismo, Carlos Pagliardini.

“Fue el único conejo de estas dimensiones que se hizo en toda Argentina y eso debe dejarnos tranquilos. Sin duda hubo contratiempos, siempre hay riesgos cuando se encara un proyecto así y debemos mejorar o quizá modificar cuestiones a futuro, hay tiempo para trabajar en eso”, argumentó el funcionario.

Huevo de pascua gigante en Miramar. Foto @dronmardelplata pic.twitter.com/eULtRnrA2e

— Marcelo Pasetti (@marcelopasetti) 16 de abril de 2017

El objetivo era culminar la enorme golosina y así fue, pasadas las 14:30 se concretó la ruptura sobre la carpa situada en avenida 26 entre 21 y 23, pleno centro de la ciudad, aunque sin la presencia del intendente municipal, Germán Di Cesare, justificada por cuestiones de salud, según indicaron sus pares de Ejecutivo.

Cerca del mediodía, la gente comenzó a reunirse en el sector de plazas y formar una extensa triple fila que se extendió por unas cuatro cuadras para esperar el reparto de chocolate que fue realizado de manera fluida y sin retrasos, a comparación de otros años.

De todas maneras, debido a la extensa demanda la entrega se llevó a cabo durante varias horas hasta entrada la noche, cuando ya muchos habían retornado a sus hogares luego de disfrutar este receso en Miramar.

Paralelamente, durante los últimos días hubo distintas propuestas musicales, recreativas, infantiles y ferias para acompañar la pascua gigante, con la participación de microemprendedores quienes expusieron sus productos con los cuales intentan potenciar la economía regional.

Fotos: Pablo Funes – @dronmardelplata