Por quinto año consecutivo se desarrolla en Balcarce una acción de la Iglesia que busca que las familias con vulnerabilidad social puedan atravesar de la mejor manera el frío invierno.

Todo surgió en 2014 por decisión del cura párroco de Santa María, Padre Pablo Boldrini, quien junto a un grupo de fieles se propuso asistir a los más necesitados.

En la actualidad, Boldrini está desempeñando su tarea sacerdotal en Miramar pero eso no impidió que la ayuda se siga prodigando en pos de los que menos tienen.
Así es como el grupo de la parroquia se encuentra más fuerte que nunca y ya comenzó por segunda semana consecutiva con la tarea. Las bajas temperaturas hicieron que se diera comienzo de una nueva temporada.

Uno de los más fervientes colaboradores en Santa María es Sebastián Scarpatto, quien por cuestiones fisonómicas es Jesucristo en la representación de la Pasión Viviente.
Sebastián dialogó con LA CAPITAL acerca de esta iniciativa conocida como “La Noche de la Caridad” que al final de cada día se acerca a la casa de los más humildes para dar una respuesta integral.

En este marco, confesó que la gente se acerca a Cáritas Santa María y Cáritas San José, donde presenta sus necesidades y luego desde esos ámbitos se los visita y se corrobora la veracidad de sus dichos.

“En realidad lo que uno puede hacer con un plato de comida no es mucho. Creo que lo que más se necesita en este sentido es contención. Contamos con dos deliverys por día, quienes se acercan a las viviendas y son quienes están en contacto con ellos”, aseguró Scarpatto.

En ese marco, reconoció que lo más importante es el diálogo sobre qué son las cosas que necesitan, qué cosas le pasan y en qué se los puede ayudar. “Así es como a veces surgen ciertos temas que van más allá de lo material y que tal vez sirvan para que estén mejor”, añadió.

Alrededor de 70 de personas son las que están apuntadas para recibir la vianda. Scarpatto comentó que en su gran mayoría son mamás que tienen más de tres hijos y personas mayores que no tienen familia.