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Deportes 5 de diciembre de 2017

Vale mucho más que un canon

por Vito Amalfitano

En 1994 jugaron con fuego. Y se quemaron. El intendente era el ex comisionado de la dictadura, el que había tildado de “mediocres” a los marplatenses, Mario Roberto Russak.

Ahora, 24 años después, vuelven a jugar con fuego. En aquella oportunidad se tensó la cuerda y la organización del fútbol de verano trasladó los torneos a Mendoza y Córdoba. A partir de ahí durante muchos años hubo que compartir la sede y Mar del Plata perdió muchos partidos y los turistas extras y el dinero que aquello deparaba para las arcas de la ciudad.

Se podrán discutir las posturas empresarias, los intereses de cada uno. Pero el dato de la realidad es que la empresa organizadora tiene los contratos y los acuerdos desde aquella época, y antes, con los grandes del fútbol argentino.

Se podrá discutir que el canon que pagan es bajo o alto, pero al tener el primer Boca – River de cada año y los clásicos más importantes, lo que Mar del Plata recibe por el fútbol de verano es infinitamente superior a ese valor casi “simbólico”.

Es de un valor incalculable para Mar del Plata la imagen para el mundo, a través de una cadena internacional como Fox, del estadio completo, con las tribunas divididas en partes iguales por los colores de Boca y River, como no pasa nunca después en el año, en un país en el que aun está prohibido el ingreso de los hinchas visitantes en las competencias oficiales (pese a las promesas de la Aprevide, del gobierno de Vidal, en contrario).

Está entonces la promoción, el marketing de la ciudad, y lo que ingresa concretamente por los turistas que vienen a los otros clásicos, en los otros fines de semana, cuando Mar del Plata no está precisamente llena, sobretodo en las últimas temporadas.

El fútbol de verano es, además, trabajo para cientos de marplatenses. Los boleteros, el personal de Utedyc, los controles, son todos de aquí. Pero también los remiseros, los taxistas, los hoteles, los restaurantes, las casas de deportes con la indumentaria de los equipos… También los laburantes que venden los choripanes y las camisetas a la vera del estadio.

Al parecer, el nuevo secretario de Hacienda, que no es de esta ciudad, que viene de afuera, que quizá no conoce la importancia que tiene para los marplatenses el fútbol de verano, no solo desde el plano afectivo, sino y fundamentalmente, desde el práctico, pretende que la empresa organizadora le pague a la Municipalidad el mismo 5% que le abona a la Liga. Lo que probablemente no sabe Mourelle es que ese porcentaje es obligatorio para cualquier Liga dónde se juegue,-porque las cuestiones de jurisdicción del fútbol bajan desde la FIFA a la AFA y de esta a sus ligas-, pero que la nuestra antes de aquel episodio del 94 recibía aun más. Tampoco quizá el secretario sepa que con ese dinero la Liga cubre deudas, juicios y cada crisis de clubes marplatenses, fundamentales para la vida social de la ciudad.

También el secretario dice que “los intendentes anteriores,-incluye al de su propio gobierno en los últimos dos veranos- le regalaron un CEMA cada dos años” a la empresa Torneos. Algo parecido dijo sobre el sindicato municipal y los “jardines de infantes que se podrían haber construido”. El mismo argumento se usa a nivel nacional para el final del programa Fútbol para Todos, y se habla ligeramente de “cientos de jardines de infantes” y todo lo que se destinaría supuestamente a salud y educación.

Todo parece indicar, entonces, que en los próximos meses no faltarán más vacantes públicas ni en Capital ni en ninguna parte, y “lloverán” jardines de infantes, miles de escuelas, y CEMAS, en la ciudad, la provincia y el país. Aunque, pequeño detalle, no figuran en ningún Presupuesto.