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La Ciudad 26 de julio de 2017

Víctima de violencia de género pide que le permitan irse a Jujuy con sus mellizas

Tras varios episodios de violencia decidió separarse de su pareja. La Justicia dispuso que sus mellizas se queden en Mar del Plata, y ella ahora está obligada a vivir en la indigencia.

Belén abandonó su trabajo y sus estudios en Córdoba para mudarse a Mar del Plata.

 

Luego de ponerle fin a su relación de pareja por razones de violencia, Belén quedó en la calle, distanciada de sus dos hijas y atrapada en una situación de desamparo, producto de decisiones judiciales que la obligan a seguir viviendo en Mar del Plata en contra de sus deseos y de su voluntad.

“Yo quisiera ir a Jujuy con mis mellizas de un año y medio, pero la Justicia me impone quedarme acá” le dijo la joven a LA CAPITAL.

Acompañada por integrantes de la Multisectorial de la Mujer, Belén decidió dar a conocer su caso y describir de qué manera cada una de las medidas adoptadas por el Tribunal de Familia Nº 5 la sumergieron en una situación de abandono e indigencia de la que le resulta cada vez más más difícil salir.

“La Justicia debe darle a Belén el trato de víctima y permitirle regresar a Jujuy donde tiene todo dispuesto para vivir libre de violencia y criar a sus hijas. Sin embargo la obligan a quedarse acá sola, sin recursos económicos y dependiendo de lo que su ex pareja no le paga en concepto de cuota alimentaria desde hace meses”, explicó Laura Hochberg, referente de la Multisectorial.

Según contó Belén, cuando sus mellizas tenían apenas dos meses ella y su pareja marplatense decidieron mudarse desde Córdoba a Mar del Plata.

El plan consistía en radicarse de manera transitoria en la ciudad, ocupando una precaria casa ubicada en el lote de sus padres, para que él pudiera trabajar en la gastronomía.

Entonces la joven de 29 años abandonó su trabajo y sus estudios de Arquitectura. “Cuando llegamos él se reveló como una persona violenta. Traté de sobrellevar esa situación pero no se podía más. En la última discusión me echó de la casa y me quedé en la calle, sin trabajo y sin conocer a nadie en Mar del Plata”, contó.

A partir de entonces, con algunas reconciliaciones de por medio, durante las cuales volvían a surgir situaciones de violencia, la joven comenzó a vivir un nuevo calvario.

Sin nadie a quien recurrir terminó refugiada en el Hogar Galé donde vivió durante dos meses intentando que la Justicia comprendiera su situación.

“Me quedé en esta ciudad porque el Tribunal resolvió que mis hijas no pueden salir de Mar del Plata. Para tomar esa decisión a mi nadie me preguntó nada. No tuve la posibilidad de explicar que yo no conozco a nadie y que no tengo cómo vivir. Toda mi familia está en Jujuy. En vez de permitirme irme a mi lugar con mis hijas para salir adelante me obligan a quedarme acá”, contó.

En ese marco la Justicia adoptó algunas otras medidas desconcertantes, como la de disponer que Belén regresara a la casa que habitaba junto a su ex pareja ya que él alegó no tener recursos para pagarle un alquiler.

“Acepté esa situación y al volver encontré la casa con todo revuelto y sin nada. Lo denuncié y me dijeron que no tenía pruebas para acusarlo a él. Entonces, desesperada, pedí que me aceptaran de nuevo en el Hogar Galé”, contó la joven.

Con el correr de los meses la situación de Belén comenzó a deteriorarse cada vez más ya que pasados los seis meses de vigencia, la joven dejó de percibir el subsidio que había conseguido mediante el área de la Mujer. También dejó de cobrar la Asignación Universal por Hijo (AUH) luego de que su ex pareja consiguiera un empleo en blanco.

“El único ingreso con el que me quedé son los 2500 pesos que él me paga como cuota alimentaria y que no recibo desde hace dos meses” indicó.

Actualmente Belén vive en un monoambiente donde recibe a sus hijas cuando le toca ejercer la tenencia.
Pero no sabe durante cuánto tiempo más podrá sostener esa situación.

Por eso reclama que la Justicia atienda sus denuncias sobre violencia y amenazas y que les dé otro enfoque a las causas relacionadas con la tenencia de sus hijas.

“A él lo único que le importa es tenerme acá para torturarme y mantenerme en esta situación vulnerable y es algo que está logrando con el aval de la Justicia. Está todo dado para que por mi falta de recursos las nenas se queden con el padre”, indicó Belén.

“Mis hijas y yo estamos atrapadas por decisiones de la Justicia. Yo fui a la Justicia a buscar contención y no me dieron ninguna clase de respaldo . Me dijeron a usted nadie la obligó a venir acá. Pero sí la Justicia me obliga a quedarme, en contra de mi voluntad y sin medios para sobrevivir”, aseguró.



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