El secretario general de la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses, Rubén García, criticó fuertemente al intendente Carlos Arroyo, a quien no solo responsabilizó por el conflicto que jaquea a Mar del Plata hace casi un mes -en plena temporada de verano-, sino que además lo acusó de “estar prendiendo fuego la ciudad por su ineptitud y sus caprichos, como Nerón” y hasta puso en duda su salud mental.

“Arroyo es un hombre mayor, dudo que esté en sus cabales y creo que hay varios motivos para fundar esto. Según sus funcionarios, él toma una decisión hoy y al otro día dice que no o decide otra cosa. Habría que analizar si estos cambios de humor del intendente no son en realidad otra cosa”, dijo García en diálogo con LU6 al evaluar el impacto del conflicto entre el Ejecutivo y los empleados municipales nucleados en el sindicato afiliado a la Federación.

El conflicto se fue de las manos. Tal como reflejó LA CAPITAL, el abandono es total. De los tachos de basura desbordados, a los cadáveres amontonados en el cementerio. De la falta de prestación de servicios de salud, a la demora en trámites administrativos importantes. De la proliferación de manteros y vendedores ambulantes, a la venta de comida en cualquier lugar de la vía pública. De la falta de orden en el tránsito, a los casi inexistentes controles nocturnos y de alcoholemia. El conflicto entre los trabajadores municipales y el Ejecutivo puso a la ciudad en jaque en plena temporada de verano.

“Esto me hace recordar a la historia de Roma. Donde el Consejo de Ancianos asesoraba a un emperador para que no prendiera fuego Roma y terminó prendiéndola fuego igual. Arroyo es el Nerón de Mar del Plata, está prendiendo fuego la ciudad por culpa de su ineptitud y sus caprichos. Insisto, dudo que esté en sus cabales”, disparó.

Para el titular de la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses, a esta altura, “el Ejecutivo no sabe cómo justificarse” pero a su entender “hay muchos funcionarios que se quedan por el sueldito, aunque en algunos casos es un sueldazo”.

“En Mar del Plata no se piensa en la gente, en los comerciantes, en los turistas. Y eso tiene un solo nombre: el intendente Arroyo nos llevó a este conflicto”, lanzó García, quien aclaró y remarcó que se trata de un conflicto “tétrico, dramático y no deseado por los trabajadores municipales”.

Hasta el momento no está prevista ninguna nueva reunión en el Ministerio de Trabajo para acercar posturas entre el Sindicato de Trabajadores Municipales y el Ejecutivo. Las últimas fueron en La Plata y a éstas asistió Rubén García. “La verdad, vi una falta de una falta de respeto de todos los funcionarios hacia los representantes del sindicato”, dijo.

“Es un conflicto en el que los trabajadores están perdiendo casi el 20% con respecto a la inflación, es inaudito”, siguió el referente provincial de los funcionarios y recordó que cuando a mediados de diciembre en Mar del Plata se realizó una masiva movilización en las calles en el marco de este mismo conflicto, “Arroyo ni siquiera atendió al secretario general del gremio; es una falta de respeto que no merecen los trabajadores, los comerciantes, la ciudad ni quienes vienen a veranear a Mar del Plata”.

En los años que García lleva dentro de la antigüedad gremial, reconoció, nunca vio “tantas veces a los mismos funcionarios vinieron a apagar un incendio mirándonos con cara de ‘y bueno, no es culpa nuestra’”.

CIUDAD PARALIZADA

En medio de la puja entre el gremio y el Ejecutivo, está la ciudad. Mar del Plata arrancó la temporada, la etapa más esperada del año, con un estado de abandono total.

Sobre este punto, el dirigente que conduce la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses dijo: “Los trabajadores municipales somos los que realizamos las tareas. Es un conflicto largo que no fue deseado por los trabajadores, porque en octubre se podría haber arreglado. Esto fue provocado por el intendente”.

Asimismo, aclaró que “esto no empezó diez días antes de las vacaciones, sino que comenzó hace seis meses” y luego se tensó y se agravó a partir del polémico decreto del Ejecutivo que eliminó la bonificación especial docente, decisión política que abrió otro gran punto de inflexión entre las partes por fuera de la negociación salarial.

“Fue decisión del intendente recortar las bonificaciones. Hay una decisión política del intendente Arroyo confrontar sistemáticamente con los trabajadores municipales”, analizó García, quien además calificó al jefe comunal como “un insensible que se la pasa provocado” y que “quiere pagar casi 20 puntos menos de lo que es la inflación” cuando a su entender “en realidad el Municipio puede pagar más, es un capricho del intendente”.

“SI AUMENTAN LA PROPUESTA, ESTO SE TERMINA”

Más allá de todas las diferencias que quedaron en evidencia en estos meses de conflicto y principalmente en la retención de tareas que sostiene el sindicato hace un mes, a esta altura, ¿de qué depende que Mar del Plata recupere su normal funcionamiento?

Desde la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses descartan que sea viable entrar en una nueva instancia de conciliación obligatoria, más allá de la intención del Ejecutivo para volver a estar en ese proceso por segunda vez en lo que va del conflicto, como anticipó LA CAPITAL.

“Cuando hay una conciliación obligatoria, la discusión es entre el sindicato y el municipio en el Ministerio. Si no hay acuerdo, se pasa a una audiencia conciliatoria para acercar las partes. Legalmente no se puede hacer otra conciliación porque es el mismo conflicto. Los funcionarios del Ministerio no lo van a decir, pero el responsable de esta desprolijidad es Arroyo”, dijo el titular de la Federación, Rubén García, quien garantizó que “Si el Ejecutivo aumenta la propuesta y se sienta alguien con responsabilidad a dialogar con los trabajadores, esto se termina de la noche a la mañana”.