“El Festival de Cine se hace, nunca estuvo en duda, es una decisión no pasarnos el año de largo”. Así lo señaló a LA CAPITAL Fernando Juan Lima, flamante presidente de la muestra local, quien además anticipó que trabajan para que la nueva edición tenga “un formato híbrido”, es decir se realizará una parte presencial y otra online, debido a la pandemia de Covid-19 que impone distanciamiento social.

“Seguramente el Festival tendrá un formato híbrido, va a haber mucha actividad online y tendrá toda la actividad presencial que se pueda, sin poner en riesgo la salud de nadie”, agregó el funcionario, que toma el lugar que ocupó durante años el fallecido José Martínez Suárez.

“El dato positivo es que si va a ser online será el Festival más federal, porque va a llegar a todo el país”, estimó y recordó que en 2020 cumple veinticinco años de continuidad desde que regresó en noviembre de 1996.

“Se va a hacer del 21 al 29 de noviembre, no hubo anuncio de detalles y estamos atrasando las convocatorias porque la realidad es muy cambiante. Y la primera intención es hacerlo lo más presencial posible, porque un Festival es encontrarte, ir al cine, dar vueltas por la ciudad”, detalló.

Además, confirmó que se concatenará la realización del Festival con la puesta en marcha de Ventana Sur, espacio que funciona como un mercado del filme y que se realiza en la ciudad de Buenos Aires. “La intención es que haya una correlación, que los work in progress y los ganadores de un concurso de películas que está comenzando pasen por Ventana Sur, implica ponerlos en contacto con posibles compradores, la idea es potenciar los dos eventos porque funcionan muy bien”, explicó.

Lima precisó, asimismo, que empezará el mes que viene y de manera virtual un ciclo de películas curadas por el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Podrá verse por la plataforma CineAr Play. “El Festival implica una mirada sobre la cultura, el cine y el mundo y está bueno que se mantenga viva durante todo el año”, apuntó sobre la posibilidad de aumentar la presencia de la muestra marplatense en pantallas nacionales.

-¿Imaginás presentaciones de películas y conferencias en streaming?

-Exactamente, justamente la idea es que parte sea por plataformas y parte sea presencial. En el ámbito que tiene que ver con lo online se está explorando para trabajar justamente con plataformas que ya tienen experiencia, porque muchos festivales se hicieron de manera online, con lo cual hay una experiencia previa. Tratamos de hacer viable el Festival, porque es cierto que este es un Festival muy de público, más allá de los grandes directores que han pasado y de lo que importa para el sector. Es un Festival que tiene efectivamente muchísimo público de la ciudad, de la provincia, pero también de todo el país y de Amérca. Y eso tenemos que tratar de reconstituirlo.

-¿Será un Festival con menor cantidad de actividades?

-Eso estamos pensado, dadas las restricciones, seguramente la cantidad de programación disminuya, sea porque las salas tienen una capacidad limitada, sea porque en un Festival online no podés tener una oferta de 300 o 400 películas, porque si no sos una plataforma, no sos un Festival. La realidad es que estamos pensando en una programación potente, que incluya al público, que tenga la mirada de Mar del Plata que para nosotros es tan importante y poder crear eso, es una decisión no pasarnos el año de largo. Creemos que simbólicamente es muy importante para nuestro pueblo, para nuestra cultura y para nuestro cine.

-¿Cuál creés que es la mirada de Mar del Plata?

-En cuanto al cine creo que tiene que ver con algo que se relaciona con la propia ciudad, puede resultar invasivo lo que voy a decir pero todos la sentimos nuestra, me parece que el Festival de Mar del Plata ha encontrado una manera de conjugar el cine más nuevo, disruptivo y experimental con una mirada de cine popular en el pasado. Se rompen un montón de barreras: uno lo ve habitualmente cuando las salas se llenan de público y ese público está formado por adolescentes o por estudiantes que cursan carreras de cine y jubilados que sin prejuicio alguno se disponen a disfrutar juntos, no hay tantas actividades más allá de lo estrictamente familiar se recorra todo el rango etario. Me parece que eso habla de Mar del Plata, que puede ser extravagante, inclusiva y eso se refleja en el cine y por eso es un festival tan querido, tan defendido, cosa que no siempre ocurre en los festivales. Hay festivales que son recontra super importantes pero son eventos del mercado o de la industria o de encuentro de un determinado sector, el resto lo miramos desde las revistas o desde el otro lado de las barandas. Y en el festival de Mar del Plata eso es muy cercano, muy amigable, muy amoroso. Por eso es más difícil aún el desafio si eventualmente termina siendo mayoritariamente online, porque eso es difícil de transportar a lo digital.

-¿Cómo resolverán la cuestión de los invitados y de las figuras?

-Eso lo estamos viendo, los vuelos salen el 1 de septiembre pero se está dudando de que se ponga en marcha eso. Quién va a querer subirse a un avión y hacer un traslaso o subirse un micro… La intención está pero por ahí es una oportunidad, hay muchos eventos que se pueden hacer de manera virtual, obviamente que no son lo mismo pero tal vez sea la oportunidad de sacarse las ganas. Hubo muchos invitados que el Festival ha quedido tener y por distintas razones no se pudo concretar. Y por ahí ahora nos dan la chance de tener a figuras excepcionales.

-¿Existe la posibilidad de que el municipio y Mar del Plata tengan más participación en la organización?

-Sí, no solo lo pensamos, pero la pandemia cambió la agenda. La ciudad de Mar del Plata es fundamental, la presencia desde la Municipalidad, con la cual hay excelente relación, sino también con diferentes fuerzas vivas, aparece la necesidad de involucrar a la Universidad y efectivamente sumar espacios. Es algo que nos interesa, es algo que siempre tuvo el Festival, y que en el último tiempo se había perdido. Esto de que toda la ciudad esté atenta y orgullosa de que el Festival acaece en ese momento, para apropiarse, defenderlo y hacerlo crecer. Hay cuestiones que se estaban explorando y que tienen sentido en cuanto a lo presencial, no en cuanto al diálogo que es permanente. Sí hay muchas más cosas que se pueden hacer si efectivamente llegamos a algo más presencial.

-La cuarentena obligó a que los estrenos nacionales se realicen unícamente por el canal CineAr y la plataforma CineAr Play. ¿Considerás que esto ayuda a ampliar públicos nuevos para el cine argentino?

–Por el crecimiento de CineAr Play vemos que mucha gente que no se acercaba a determinado tipo de cine empezó a verlo, sea por accesibilidad, sea por desconocimiento, sea por prejuicio. Había un público que no veía determinado tipo de cine argentino y que se atrevió verlo y en su gran mayoría se enganchó con algún tipo de mirada. Cuando podamos volver a las salas, espero que sea más temprano que tarde, va a impactar también y nos habla de un modelo, hay pocas pantallas en todo el país.