CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
17-01-2013

Primera cárcel privada en Brasil

El "super presidio" de la localidad de Riberao das Neves, en Minas Gerais, comenzará a funcionar hoy, y fue construido por un Consorcio Penitenciario Asociado.

BRASILIA, - Brasil, que padece un superpoblación carcelaria que ronda las 550.000 personas, comenzó a transferir detenidos a la primera prisión privada, pero con gestión también estatal, valuado en 130 millones de dólares, que será inaugurado esta semana y en la que sus responsables están obligados a garantizar la resocialización de los internos con trabajo y estudio.

El "super presidio" de la localidad de Riberao das Neves, en Minas Gerais, que comenzará a funcionar hoy, fue construido por un Consorcio Penitenciario Asociado (GPA) formado por cinco empresas privadas que vencieron una licitación pública.

Esta cárcel es "una iniciativa que estamos testeando" y si funciona como se espera podrá contribuir a "descomprimir los presidios de Belo Horizonte (capital mineira) y toda la región metropolitana", declaró Murilo Andrade, el subsecretario de la Administración de Prisiones del estado de Minas Gerais, el segundo más poblado del país.

"Estamos seguros de que va a mejorar nuestro trabajo y que vamos a poder disminuir la superpoblación existente en el sistema carcelario, además esto va a contribuir para la resocialización de los detenidos", apuntó Andrade.

Para analistas este proyecto en el que habrá una gestión público-privada, ya que el Estado continúa como responsable último de la reclusión, podrá convertirse en un modelo de referencia en Brasil donde la situación del sistema carcelario es pavorosa, según la ponderación de Naciones Unidas.

A mediados de 2012 el Subcomité sobre Prevención de la Tortura de la ONU presentó una serie de recomendaciones al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff para "implementar políticas rigurosas que permitan" erradicar los tormentos sufridos frecuentemente por los presos y la "corrupción" de empleados del sistema penitenciario.

El propio ministro de Justicia de la presidenta Dilma Rousseff, José Eduardo Cardozo, declaró hace dos meses que prefería suicidarse antes de ser enviado a una cárcel brasileña donde, dijo, predomina el hacinamiento, la violencia y la gran mayoría de los detenidos no trabajan ni estudian mientras purgan sus penas.

Precisamente en el contrato firmado para la administración de la cárcel de Riberao das Neves se establece que el consorcio privado deberá garantizar trabajo y estudio a los reclusos, y que recibirá, del Estado, cerca de 900 dólares por cada uno de los confinados.

Hasta el momento el gobierno de Rousseff no ha expresado la intención de adoptar el tipo de gestión público-privada en cárceles federales, que albergan a un número relativamente bajo de personas, ya que el grueso de los 550.000 detenidos brasileños se encuentran dentro de la órbita de las administraciones provinciales.

Por otra parte la cadena de noticias Record informó que probablemente el financista del escándalo del "Mensalao", Marcos Valerio, sea uno de los internos de la flamante cárcel ubicada en la región metropolitana de Belo Horizonte.

Hace dos meses Valerio, que tiene residencia en la capital de Minas Gerais, fue condenado por el Supremo Tribunal Federal a 40 años de cárcel como uno de los principales miembros de la asociación ilícita que sobornó a políticos, desvió dinero público y financió campañas electorales de manera fraudulenta.

(Télam)