Como habitualmente ocurre en esta época del año, el monumento existente en la plazoleta sita en Juan Bautista Alberdi entre Córdoba y Santiago del Estero y que recuerda a los marplatenses caídos en las islas Malvinas durante el conflicto bélico con Gran Bretaña, está siendo objeto de una repudiable falta de respeto.

Se trata de un espacio público en el que, especialmente en horas de la noche, se advierte la presencia de personas que no solamente duermen y hacen sus necesidades fisiológicas en el lugar, sino que, para cocinar, utilizan la llama votiva ubicada en el centro del cenotafio. A esto se suman actos de vandalismo como el que recientemente sufriera la puerta de la garita destinada a la seguridad, la cual fue pateada con la finalidad de ingresar para robar lo que hubiese en su interior (nada de valor)..

En diálogo con este medio, el titular del Centro de Ex Soldados Combatientes de Malvinas, José María Lambertini, explicó que "siendo moderados podemos decir que, como ocurre todos los veranos, en torno al monumento se está registrando una usurpación y uso desmedido del espacio público por parte de turistas que, como vienen a la ciudad sin recursos suficientes, se instalan allí y duermen en los refugios que se crean con las plantaciones; por otro lado, utilizan el monumento para bañarse y para cocinar".

Dijo luego que "a pesar de que con la Policía de la Provincia de Buenos Aires mantenemos una excelente relación, en la garita que se hizo para proteger el monumento a los caídos, que los marplatenses tanto sienten y respetan y que entre el 2 de abril y el 14 de junio las Fuerzas Armadas custodiaron con una guardia de honor, en estos momentos no hay nadie; es una situación que, si bien lamentamos, de alguna manera comprendemos porque sabemos que en pleno verano la Policía está ocupada en prevenir hechos delictivos más graves; hace pocos días, hubo quienes patearon la puerta e ingresaron; como no había nada de valor lo único que tuvimos que lamentar fueron daños materiales", señaló.

Finalmente aclaró que "el hecho de que la Policía a veces saque a estas personas del lugar no aporta una solución definitiva ya que, lamentablemente, al otro día se instalan de nuevo".