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06-05-2012

El 70% de las llamadas al 911 en la ciudad no son por emergencias delictivas

Las llamadas fueron realizadas por bromistas, vecinos que sufrieron una emergencia de salud o por personas que querían hacer consultas sobre trámites en las comisarías. Pero ninguna de esas comunicaciones tuvo como protagonista a la víctima de un delito.

El 70 por ciento de las llamadas al sistema que funciona a través del número telefónico 911 no son genuinas en la ciudad. En otras palabras: fueron realizadas por bromistas, vecinos que sufrieron una emergencia de salud o simplemente por personas que querían hacer consultas sobre trámites en las comisarías. Pero ninguna de esas comunicaciones tuvo como protagonista a la víctima de un delito.

El dato fue dado a conocer por el nuevo jefe del 911 de Mar del Plata, Rubén Germán Sordo, que asumió ayer en el cargo en reemplazo de Luis Alberto Mirambell. Del acto participaron la plana mayor de la policía, encabezada por el jefe Departamental Fabián Perroni, y el director del Programa de Protección Comunitaria de la Municipalidad, César Ventimiglia, entre otras autoridades.

Por día el 911 recibe unas dos mil llamadas en la ciudad, más del doble que en partidos del Conurbano como Quilmes. La mayoría de esas comunicaciones resultaron ser falsas alarmas producto de bromas. Es decir, los bromistas llamaron más que las víctimas de delitos. Un dato: la central local llegó a recibir hasta 800 llamadas en broma del mismo número telefónico en un año y medio. Eso motivó a la Legislatura bonaerense a reformar el Código de Falta. Ahora los bromistas pueden ser sancionados con multas de hasta 40.000 pesos o arrestos de hasta 60 días.

La línea de emergencias del Ministerio de Seguridad bonaerense comenzó a funcionar a fines de enero de 2005. Primero empezó como una prueba piloto en La Plata, Ensenada y Berisso. Luego se extendió al resto del Conurbano, después a Mar del Plata, Pinamar y el resto de los balnearios de la costa.

El sistema funciona todo el año, durante las 24 horas, y se puede acceder marcando el número 911 desde cualquier teléfono: fijo, móvil o público. La central permite atender la llamada rápidamente y enviar un patrullero al lugar donde haya sido solicitado. La demora ronda entre los tres y nueve minutos (el tiempo varía de acuerdo a cada caso). "En las denuncias de robo damos una respuesta inmediata", dijo Sordo. Y afirmó que de acuerdo a la experiencia que se ha recogido en los municipios donde se puso en funcionamiento, el sistema de llamado de emergencia "permite un mayor control del accionar policial", fundamentalmente en relación "a la velocidad y respuesta" frente a los pedidos de ayuda. "El 911 es una herramienta importante, es un servicio efectivo que sirve. Pero hay que educar a la ciudadanía porque nadie le ha enseñado cómo usar el sistema", sostuvo.

Ante la queja generalizada de los vecinos sobre la cantidad de preguntas que les hacen los operadores cuando llaman para denunciar un delito, Sordo aclaró que la comunicación no dura más de 28 segundos. "El problema es que los argentinos no estamos acostumbrados a cumplir un protocolo. La gente tiene que brindarle al operador dos informaciones clave: la dirección donde se está produciendo el robo y luego las circunstancias del hecho", señaló.

El 911 cuenta con sistema de líneas rotativas y equipos de computación de última generación como para que ninguna llamada quede en espera. En total, unos 50 pasantes de la Facultad de Derecho trabajan como operadores en diferentes turnos. Además, la central fue provista con un sistema de localización satelital de vehículos policiales. De este modo el operador puede determinar cuál es el móvil más próximo al lugar del hecho.

En su discurso de asunción, Sordo no ocultó su satisfacción por el nombramiento. "Es un desafío importante y vamos a trabajar por la seguridad de los vecinos", dijo el flamante jefe, de 39 años y egresado de la escuela Vucetich en 1993.