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12-11-2012

Mar del Plata, tierra de vinos

Malbec, pinot noir, chardonay, sauvignon blanc ¿marplatenses?. En la zona sur de la ciudad existe un viñedo que ya dio sus primeros vinos. Y está avanzado el proyecto para instalar una bodega en el lugar.

por Hugo Palavecino

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Twitter: @Uke7

MENDOZA.- Hace un par de años, Jorge Estrada le contó a Daniel Pi sobre un proyecto para implantar un viñedo en la zona de Chapadmalal, al sur de Mar del Plata. El prestigioso enólogo de la bodega Trapiche decidió sumarse al proyecto. Enseguida, junto a Marcelo Belmonte, puso manos a la obra en la estancia Santa Isabel.

En principio, la idea de Pi y Estrada de era elaborar solo pinot noir, chardonay y sauvignon blanc. Las primeras dos cepas servirían como base para elaborar un espumante y la restante se utilizaría en un vino para acompañar un buen pescado y otro fruto de mar, tan característico de la zona.

Pero con diez hectáreas a su disposición, Pi decidió sumar e implantar otras variedades como malbec, cabernet sauvignon, merlot, cabernet franc, gewürztraminer y riesling. Al fin y al cabo, la idea era probar las características del terruño y ver cuál era su potencial.

"Emprender un proyecto donde no hay nada es un desafío que a uno lo llena de expectativa, ansiedad, esperanza", expresó Pi en el comienzo de la charla con LA CAPITAL. Y continuó: "La vid es un cultivo perene. No es trigo, papa, soja... No es algo que se planta, me equivoco y a los seis meses estoy plantando otra cosa. Esto uno lo planta y tiene que pensar que recién dentro de tres años va a tener algo".

Uno de los desafíos con los que se encontró fue el suelo, muy diferente al de Mendoza, San Juan o Salta por mencionar a zonas características del cultivo de la vid y de reconocida calidad en Argentina y el mundo.

"La zona donde está ubicado el viñedo tiene un suelo muy rico, apto para cultivos intensivos, y sin la necesidad de un sistema de irrigación. De hecho, tenemos mucha más agua de la que necesita la planta. Tanto que después de una lluvia, la planta puede estar 10 o 15 días sin que la rieguen. Crece muy rápido. Eso es extraño en Argentina", reconoce Pi.

Claro que el proyecto también tuvo sus dificultades en el comienzo.

"La gente no tenía idea cómo se cultiva la vid -cuenta el enólogo-. Se necesita de una alta dedicación en la mano de obra. Hay que estar encima de la planta, hacer una poda, una conducción y muchas otras tareas más personalizadas. Por tal razón, tuvimos que traer gente de Mendoza para enseñarle a la gente de la estancia. Por suerte, entendieron muy rápido".

Un viñedo en una zona marítima es algo extraño de ver en Argentina pero no en otros países. Tales los casos de Francia, Nueva Zelanda y Australia, por citar a tres productores importantes a nivel mundial. Y las tres cepas elegidas para el proyecto eran ideales para la zona.

"El sauvignon blanc funciona muy bien en un clima frío y marítimo. Un ejemplo típico es Nueva Zelanda, que tiene todos los viñedos muy cerca del mar, con una influencia marítima muy fuerte, sobre todo en la isla norte, y con mucha precipitación pluvial. El pinot noir da muy bien en Reims, en el norte de Francia, una zona muy similar a la de Chapadmalal".

Vendimia

La primera vendimia, a principios de 2012, fue por demás exitosa. Alcanzó los 20.000 litros. "Tuvimos más uvas de las que esperábamos", cuenta aún un sorprendido Pi. "Tanto -prosiguió- que nos obligó a traer las uvas a Mendoza y elaborar los vinos aquí".

- ¿Cuál de las tres cepas tuvo mejor rinde?

- El chardonay fue la más variedad más rica en cuanto productividad. Después el pinot noir. Muy poco el sauvignon que estuvo influenciando por un tema de vigor. Nunca imaginamos que iba a tener un vigor tan fuerte. Por eso decidimos restringir un poco ese vigor para forzar a la planta a dar más fruta. Hemos aprendido y estamos haciendo una poda mas generosa tratando de buscar más producción en el sauvignon.

- También hicieron otros cultivos...

- Sí, hicimos una serie de cultivos experimentales con otras uvas como el cabernet sauvignon, merlot, malbec, cabernet franc, riesling y el gewürztraminer.

El más productivo de todas las variedades fue el merlot. El gewürztraminer también dio buenos resultados.

Visión

Pi no se queda con la idea de implementar un viñedo y nada más. Su visión de los vinos de origen marplatense va más allá: "A la Argentina le está faltando un vino para acompañar la pesca. Es una alternativa interesante para que Mar del Plata como principal puerto pesquero argentino, tenga un vino para que acompañe los pescados y frutos de mar. Un vino producido en el lugar con la pesca del lugar. La gastronomía marplatense merece tener su propio vino".

- ¿Los vinos están para ser comercializados?

- En estos momentos estamos en una etapa de definiciones desde el punto de vista comercial. Le planteamos al propietario que para la cosecha 2013 será importante tener una bodega en el lugar y procesar las uvas en Santa Isabel. Esperamos producir 80 mil litros, algo más de 100 mil botellas. Estamos en una etapa embrionaria del proyecto. No existe un desarrollo comercial definido. El primer desafío fue producir el vino. El vino se hizo. Se puede tomar.

La industria del vino no es para ansiosos. Necesita sus tiempos. Creo que recién dentro de un par de años vamos a estar viendo algo para salir al mercado.

Características y un enorme potencial

Los vinos de Mar del Plata no tienen paso por madera. Fueron elaborados con una misma levadura y se respetó mucho la fruta. Al no contar aún con una bodega en estancia Santa Isabel, las uvas debieron trasladarse a Mendoza para su procesamiento.

"La uva -cuenta Daniel Pi- estuvo en un furgón a 12 grados de temperatura. Haciendo los vinos en el lugar, el vino va a tener mucho más potencial".

El enólogo destacado por Wine Spector, la revista de vinos más importante de Estados Unidos, brindó su impresión sobre algunos de los vinos marplatenses.

- Chardonay: es bastante aromático. Tiene una nota de mineralidad bastante fuerte. Resaltan las notas cítricas. Tiene una acidez muy linda, muy fresca. Es ligero. No es pesado. Cuenta con 12,5% de alcohol. Van a andar muy bien con un pescado fresco (corvina, pejerrey, salmón blanco, merluza), no con frutos de mar grasosos.

- Sauvignon Blanc: tiene cierta nota herbácea (como corresponde a la variedad), a heno fresco. Leve cítrico, basado en pomelo blanco. Es fresco. Necesita un poco más de tiempo para expresarse. Es interesante. Hay que imaginarlo con un pescado. Por ejemplo, calamares a la provenzal con poco ajo. Un sushi. Un ceviche.

- Pinot Noir: leve nota de cereza madura, y algo de pasa. Aromas terrosos (tierra mojada; algo frecuente de la Borgoña). Fue todo un hallazgo. Tiene un gran potencial.

- Merlot: muy delicado, fácil de tomar.

- Malbec: tiene mucha nota de ciruela, es muy expresivo. No tiene nada que envidiarle a otros malbecs que están en el mercado y es superior a muchos de ellos.

- Cabernet Sauvignon: es la variedad más definida de todas. Nota de pimentón, pimienta negra fuerte.

- Cabernet Franc: nota de frambuesa, fruta roja. Taninos redondos. Muy frutado, jugoso.

Producción

La producción de vinos en la primera vendimia marplatense alcanzó los 20.000 litros. En 2013 se esperan cerca de 80 mil litros, algo más de 100 mil botellas.

Bodega

La gente de Santa Isabel ya comenzó a acondicionar uno de los galpones de la estancia para poner las máquinas y poder elaborar los vinos aquí. No obstante, ya comenzaron a elaborar un proyecto para instalar una bodega, que en el futuro además podría sumarse al circuito turístico de la ciudad.