La Cámara Textil de Mar del Plata, que nuclea a los establecimientos dedicados a la fabricación y venta de tejidos de puntos, manifestó su desacuerdo con que no se permita que sus comercios abran sus puertas los domingos, como hace unos días lo planteó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) ante la Conferencia Episcopal Argentina.

Antes de esa presentación y también después, a través de sus principales referentes el Sindicato de Empleados de Comercio también apoyó el cierre dominical, en este caso apelando a lo que fue antiguamente una de las reivindicaciones medulares del gremio mercantil.

Para dar a conocer su posición víspera visitó LA CAPITAL la vicepresidenta de esa entidad María Liberati, acompañada por Marisol Meijomil y el consejero Juan Pablo Maisonnave. Para los empresarios textiles el contenido del proyecto de ley provincial que prohíbe, con numerosas excepciones, la apertura de locales comerciales los domingos, dista de ser beneficioso para el sector: "Considerando la situación económica por la que atravesamos y la falta de trabajo que tenemos lamentablemente en Mar del Plata, ofrecer empleos y una mejor remuneración es algo que no se puede desestimar", manifestó Liberati.

Y agregó que "además, el cierre de locales los domingos atenta contra el plan general de la actual administración municipal de una ciudad para todo el año. Y esa consigna implica que los paseos comerciales o los locales diseminados por toda la ciudad permanezcan abiertos justo en los momentos que llegan turistas de la zona y de otros lugares de la provincia, incluida la Capital Federal".

Perjudicial para todos

Comentó que a través de una compulsa entre los socios de la Cámara, llegaron a la conclusión de que si son obligados a cerrar los domingos "perderán una parte importante y sustancial de sus ingresos por venta de prendas".

"De ningún modo abrir los domingos debe entenderse como una forma de explotación del trabajador en procura de obtener mayor rentabilidad", ya que -advirtió- "nuestros empleados son libres de optar por trabajar ese día, cumpliendo con todas las prerrogativas legales". Se sabe, entre otros beneficios para el empleado, las normas vigentes establecen el pago doble de la jornada dominical más otro día de descanso durante la semana, además de que tienen la posibilidad de trabajar en forma rotativa con el resto de los compañeros.

Más todavía, "quienes prefieren trabajar los domingos porque ello les significa mayores ingresos y de ninguna manera hacerlo es conspirar contra la unión de la familia", se defendió la dirigente empresaria.

Con referencia al mentado proyecto de ley, Liberati puso de relieve que de acuerdo con el texto conocido "existen una serie de temas que no quedan del todo claro". Citó por ejemplo la cantidad de excepciones que establece el proyecto (ver página 3), de resultas de las cuales el rubro textil prácticamente sería uno de los únicos que se vería obligado a cerrar los domingos.

Entonces, si todos los demás comercios pueden abrir "el fundamento de que se protege el descanso del trabajador junto a su familia, en esos casos no se cumple, porque también el que trabaja en esos comercios tiene los mismos derechos", razonó Liberati.

Finalmente, tras subrayar que "si la prohibición que se pretende implantar se basa en este proyecto de ley, creemos que antes de aprobarlo habría que escuchar las razones de todos los sectores y buscar una salida consensuada". En ese terreno propuso corregir "imprecisiones y ambigüedades", como por caso "que quedan exceptuados los locales de menos de 50 metros cuadrados, que no se sabe si toman esa medida de referencia en general o exclusivamente al salón de venta".