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Policiales 17 de febrero de 2020

Sobreseyeron al militar que mató a un hombre que ingresó a su casa

La Justicia consideró que el suboficial de la Armada se defendió a sí mismo y a su familia ante la intromisión de Juan Manuel Herrera (34), a quien le disparó y mató en mayo del año pasado.

El hecho ocurrió en una casa de Punta Mogotes.

La Justicia de Garantías sobreseyó al militar que en mayo del año pasado disparó y mató a un hombre que había ingresado a la madrugada en su casa del barrio Punta Mogotes.

El suboficial de la Armada estaba imputado por “homicidio agravado por el uso de arma de fuego” por haber matado a Juan Manuel Herrera (34), un hombre que había ingresado a las tres de la mañana a su casa del barrio Punta Mogotes.

La fiscal Andrea Gómez, al pedir el sobreseimiento del militar, consideró la situación: Herrera había ingresado a la casa del imputado en medio de la noche, previo escalar un primer piso de un garaje que se encontraba en construcción y luego descender al jardín de la vivienda principal. En ese contexto el suboficial se encontró a una persona que no conocía y se trenzaron en lucha, lo que “constituye una agresión ilegítima no provocada por el imputado y su acción se encuentra enmarcada dentro del peligro personal que corría su hija, quien se encontraba a solas durmiendo en la planta baja de la construcción donde ingresara Herrera”.

“Dadas las circunstancias de tiempo y lugar, como el hecho de estar en riesgo la integridad física de su propia hija, no se le puede exigir otra forma de impedir la agresión“, consideró la fiscal.

Informe pericial del perito criminalístico de la Dirección de Policía Científica da cuenta que, por las posiciones de las heridas y gestos corporales, se hace factible los disparos hayan sido en el fragor de “una especie de lucha cuerpo a cuerpo”, tal como declaró el imputado.

De esta manera, el juez de garantías Alejandro De Marco consideró, al igual que la fiscal Gómez, que el militar actuó en defensa propia y de su familia y lo sobreseyó por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”

El testimonio del militar

El militar, al declarar, contó cómo fue la madrugada en la que le disparó y mató a un hombre para defender a su hija. Ese 4 de mayo del año pasado había ido a buscar a su hija a un cumpleaños y volvieron a su casa del barrio Punta Mogotes. Cerca de las 2 de la mañana la alarma se disparó y el hombre fue hasta el comedor donde estaba el panel de control.

En su relato, explicó que al levantarse vio el área en la que se había disparado algún sensor era la de la zona común del garaje, por lo que abrió la puerta de vidrio y salió al jardín, sin ver a nadie.

Cuando volvió al comedor la alarma se volvió a activar por un sensor del mismo lugar, y asumió que era en el piso de arriba, que estaba en obra.

El hombre le explicó a la fiscal Gómez que, por precaución, tomó su arma, una pistola Bersa Mini Thunder 9mm, por lo que presumió que al menos una persona se encontraba en la parte de arriba, a metros donde dormía su hija.

El suboficial de la Armada explicó que salió de su casa, para ver desde la vereda la parte que estaba en construcción y, en esas circunstancias, vio a un hombre (Herrera) que sacaba cosas de adentro. El dueño de casa le gritó al intruso que bajara de ahí, quien en vez de hacerle caso ingresó a la vivienda.

El militar entró rápidamente a su casa por la puerta principal y despertó a su esposa y a su hija para que se escondieran. Luego, salió al patio y se “chocó” contra Herrera quien, según declaró, se le abalanzó e intentó sacarle el arma.

El suboficial y Herrera se trenzaron en combate y el militar alcanzó a usar su arma, le disparó en tres ocasiones hasta que el delincuente se desplomó en el suelo.

La reacción del hombre fue inmediatamente buscar a un posible cómplice, ya que no sabía si Herrera se encontraba solo, pero al revisar no encontró a ninguna otra persona.

Al volver al patio de su casa, vio como Herrera, herido mortalmente, intentaba treparse a un paredón para huir, pero luego cayó sobre un terreno baldío. En ese momento, el dueño de casa llamó a una ambulancia y a la policía, para denunciar lo que había ocurrido.

La víctima tenía antecedentes

Herrera había ingresado ilegalmente a la casa del militar con claras intenciones de robo. La Justicia pudo identificarlo ya que sus huellas dactilares estaban en la base de datos de las personas con antecedentes delictivos.

En 2009, había sido detenido luego de que sus propios vecinos lo denunciaran por apuntarles con un arma. El hecho generó mucha discusión “técnica” ya que el arma con la que apuntaba estaba descargada y debieron debatir si eso presentaba o no una amenaza.

Ese “debate” se conoció como el Plenario Herrera y en su momento los jueces resolvieron desestimar la acusación ya que el arma estaba descargada.