Los cambios impulsados por el área de Educación de la Provincia de Buenos Aires en la oferta educativa para los adultos que quieran terminar sus estudios sigue generando reclamos entre docentes y alumnos bonaerenses. En la ciudad, la medida implicó que 16 bachilleratos no puedan aceptar el ingreso de los primeros años.

En una jornada de trabajo en el recinto del Concejo Deliberante impulsada por la concejal de Unidad Ciudadana, Verónica Lagos, docentes, alumnos y consejeros escolares manifestaron su preocupación ante la decisión de la gobernadora María Eugenia Vidal de habilitar como bachilleratos para adultos sólo a las instituciones de educación media y a los Centros Educativos de Nivel Superior (CNS), mientras que aquellos que se encontraban estudiando en segundo y tercer años en las nocturnas de las escuelas secundarias deberán terminar sus estudios en un ciclo cerrado, sin ingreso de nuevos estudiantes.

“En la provincia de Buenos Aires hay 3,2 millones de personas que no pudieron terminar su proceso de escolarización, tanto primario como secundario. Son cifras importantes, sobre todo en un contexto de tanto ajuste. Claramente no se puede conseguir ni empleo ni inclusión si no se cuenta con una educación de calidad”, señaló Lagos.

La concejal destacó que el problema “tiene varias aristas”, entre las que destacó la calidad educativa, el acceso a la educación y en qué situación se encuentran las y los trabajadores de la Educación.

Sergio, docente de la Escuela de Educación Secundaria N°6, ubicada en Luro al 9400, señaló que, en Mar del Plata, existen 5 Cens y 4 escuelas medias. Y que, tras la medida, 16 bachilleratos para adultos quedaron afuera.

“La mayoría de esas 16 escuelas están ubicadas en barrios periféricos de la ciudad de Mar del Plata, con un promedio, aproximadamente, de entre 200 y 250 alumnos por escuela. Con un ingreso anual, también promedio, de 150 alumnos. Esos son los que quedaron afuera”, señaló.

Para el docente “la realidad es muy dura”. “Vemos cercenados sus sueños y sus posibilidades de poder seguir trabajando o conseguir un trabajo. Les estamos sacando calidad educativa también, porque la cantidad de lugares no son suficientes para la demanda de esta ciudad”, aclaró el docente.

A propósito de esto, aprovechó para leer los testimonios de dos marplatenses que no pudieron anotarse en la Secundaria N°6.

“Mi nombre es Virginia, les pido de todo corazón que no cierren la escuela de adultos. Quiero terminar el cole y necesito un mejor futuro porque soy mamá de un nene de tres años y quiero darle lo mejor del mundo; tener un buen trabajo y una carrera: quiero estudiar medicina. Lo deseo de corazón, estoy muy triste”.

Y el segundo testimonio. “Mi nombre es Rubén, tengo 44 años y deseo desde hace tiempo terminar los estudios, no solo por trabajo sino por realización personal, porque no sólo integra sino que dignifica. Es un derecho de todos, no importa la edad”.

Acompañaron a los más de diez docentes, los consejeros escolares Eva Fernández y Alejandro Moviglia, y los concejales Marina Santoro, Virginia Sívori y Balut Tarifa Arenas.