La actividad previa al inicio del 52° Coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina tuvo lugar ayer con un estricto control de varias fuerzas de seguridad, a la espera del arribo del presidente Mauricio Macri. El personal del hotel Sheraton, los participantes del encuentro, empresarios, periodistas y proveedores debieron sortear dos vallados con personal de policía bonaerense, policía local, Gendarmería y seguridad presidencial.
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Los controles son estrictos al punto que se demoró por espacio de casi una hora lograr la autorización para ingresar a quienes no contaban con la acreditación previa. De hecho, se comunicó por parte de la organización del Coloquio que los periodistas que no ingresaran antes de las 19 no podrían hacerlo después.
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El vallado marca un perímetro de cuatro cuadras a la redonda del hotel donde ni automóviles, ni personas de a pie podían pasar sin la autorización correspondiente o su credencial desde las calles Alem, Paso, Carlos Pellegrini y Azcuénaga. Una fuente de Presidencia sostuvo que la seguridad se implementó desde las 14 de ayer.
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Cientos de efectivos de la Prefectura, la Gendarmería y la Policía bonaerense, realizaron un cerco perimetral a 400 metros alrededor del hotel, según confirmó Prefectura, lo que generó trastornos no sólo en el tránsito sino también en los vecinos de la zona que debieron dar cuenta de dónde vivían para que los dejaran llegar a sus hogares, ya sea en auto o caminando.
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Otros que se vieron perjudicados por el estricto vallado fueron los locales gastronómicos ubicados en inmediaciones del cementerio la Loma. Más que nada porque el horario en el que estaba prevista la inauguración del coloquio coincidió con la hora de la cena.
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Faltaban cinco minutos para las siete de la tarde cuando el Learjet que trajo al presidente Mauricio Macri a Mar del Plata pisó tierra en el aeropuerto Astor Piazzolla. Al menos cuatro horas antes se había montado un operativo de seguridad en la estación aérea. Una docena de funcionarios de presidencia esperaron pacientemente la llegada del primer mandatario.
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Inicialmente, se había previsto que el trayecto entre el aeropuerto y el Sheraton se iba a realizar por tierra. Sin embargo, poco después hubo un cambio de logística. Macri bajó del avión y se subió a un helicóptero sin abandonar la pista y desde allí voló hasta la Base Naval. Allí lo esperaba un automóvil que lo trasladó hasta el hotel adonde ingresó raudamente por la cochera.
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La experiencia en Mar del Plata que marcó una falla del sistema de seguridad presidencial quedó evidenciada el pasado 12 de agosto en el barrio Belisario Roldán, donde grupos opositores se acercaron hasta pocos metros del presidente y repudiaron su presencia, lo que hizo que el acto de entrega de fondos para mejoras del barrio durara unos pocos minutos y luego el vehículo oficial fuera apedreado.
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El embajador de los Estados Unidos de Norteamérica en Argentina, Noah B. Mamet, también llegó a Mar del Plata para participar en el Coloquio de IDEA. Lo hizo alrededor de seis de la tarde en un avión privado junto a una acotada comitiva.
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A pocas cuadras del hotel Sheraton, en la zona Bernardo de Irigoyen y Juan B. Justo, se apostaron unas sesenta personas pertenecientes a organizaciones sociales con el propósito de repudiar la presencia de Mauricio Macri en Mar del Plata. Cantaron consignas adversas a la administración nacional y portaron pancartas identificatorias pero fue en vano el intento de acercarse a la sede del coloquio.
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Macri, ante un auditorio de empresarios, en medio del debate por ejecutar inversiones y generar empleo para acelerar la reactivación de la economía, fue el encargado de dejar abiertas las sesiones que se desarrollarán bajo el título “Puentes hacia el Futuro”. El discurso estaba pautado para las 20.15 y se demoró unos minutos.
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Macri fue el primer presidente en 15 años en hablar en este foro, del que supo participar en ocasiones anteriores como jefe de la Ciudad de Buenos Aires y candidato a presidente.
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Desde las 18 de ayer los empresarios comenzaron a concentrarse en el lobby del hotel en el que se realiza el foro con un clima distendido, ayudado por el riego de un Malbec mendocino, champagne de la misma región y tablas de sushi, quesos, y shots de calamares.
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Las copas y los convites se tropezaban con los visitantes recién llegados, que vieron demorados sus arribos por el amplio operativo de seguridad que obligaba a caminar varias cuadras para acceder al hotel.
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La edición 52º del Coloquio de IDEA batió records de asistencia con unos 900 inscriptos. Los socios debieron abonar 30 mil pesos y cifra que se elevó a de 50 mil pesos para los no socios.
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Llamó la atención que en el programa del Coloquio no figurara el intendente municipal Carlos Arroyo. Sucede que en todas las ediciones anteriores, en la segunda jornada del encuentro de empresarios, el jefe comunal daba la bienvenida a los participantes. Sin embargo, anoche asistió a la cena inaugural sin la compañía de sus funcionarios.
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Cerca de las 20.20 comenzó la ceremonia de apertura a cargo del presidente de IDEA Ignacio Stegmann, quien habló por espacio de 15 minutos para luego darle paso al presidente, Mauricio Macri.
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Luego se desarrolló la cena en la que se sirvió de plato principal ojo de bife con salsa Malbec y almendras asadas y de postre crema de maracuyá. El cierre estuvo a cargo del ex presidente de Chile, Ricardo Lagos.