“Quiero que lo encuentren, por favor. Que vaya preso y que ninguna chica corra el peligro de que le pase lo mismo que a mí”. Yesica Castillo quiere, en definitiva, terminar con el calvario y por eso acepta hablar con LA CAPITAL.
Yésica está en la habitación de una casa que no es la suya. A la del barrio Autódromo, donde sufrió el ataque, la tuvo que dejar por miedo. Está aterrada. Y tarda en llegar al comedor. Cuando aparece ante el fotógrafo se entiendo todo mucho más. “El fuego me agarró una pierna entera, la otra un poco, una mano, el abdomen y un poco la cara”, cuenta con la dificultad propia del recuerdo y del dolor.
Yesica dice que a Escalante lo conoció por medio de una amiga y que solo lo fue a visitar un par de veces a la cárcel de Batán. Después de su salida, en el mes de febrero, quiso alejarse poco a poco pero esa decisión sacó toda la agresividad que Escalante tenía encima. “Me empezó a llamar por teléfono, a mandar mensajes y un día se apareció borracho y drogado”, explica.
“Yo quiero que lo encuentren -agrega-, porque desde el momento que intenté ir alejándome de a poco se puso muy agresivo. Me amenazaba por teléfono y me dijo que me iba a quemar, que me iba a matar”.
Yesica vivía sola con sus hijos de 9, 6 y 3 años en la casa de la calle Río de la Plata. El temor por que esa amenaza se materializara era permanente. “Volvieron a pasar 15 días y me empezó a llamar y a amenazar de nuevo hasta que en la noche del viernes lo hizo”, dice con la firmeza de quienes quieren que se sepa todo.
“Primero, eso de las 3 de la mañana me llamó por teléfono y me preguntó dónde estaba, y yo le dije que estaba durmiendo. A las 5 fue que sentí ruidos en el techo y cuando me asomé por la venta de la casa, en ropa interior, estaba ahí y me tiró la otra bomba molotov”, recuerda antes de repetir el grito que escuchó mientras el fuego le tomaba el cuerpo: “¡Te dije que te iba a matar”!
Escalante salió corriendo y desapareció. “Era nafta me dijeron los médicos y me quemó toda -detalla. Desde el sábado voy vengo todos los días al Hospital y el jueves tengo una cirugía de limpieza”.
Ahora lo único que desea es que le den la noticia de la captura. No puede vivir sabiendo que quien la atacó está dando vueltas por cualquier lugar.