Un joven de 17 años falleció electrocutado mientras disputaba un partido junto a sus amigos en una cancha de fútbol 5.

La tragedia ocurrió este viernes por la noche en una pequeña cancha que funciona en el interior del Club Racing, ubicado en pleno centro de la localidad de San Antonio Oeste, provincia de Río Negro, cuando el masculino recibió la descarga al tomarse del alambrado perimetral que rodea el área donde se disputaba el encuentro.

La policía Criminalística trabajó en el lugar para determinar qué fue lo que provocó la electricidad y, hasta ahora, se presume que podría estar ligada a una falla o mal funcionamiento de las columnas de alumbrado del campo de juego.

Con respecto a lo sucedido, el grupo de amigos había comenzado normalmente a jugar el partido y tardaron en darse cuenta de que la joven víctima, tras realizar una maniobra y tomarse del alambre para terminar de incoporarse, se había quedado “pegado”, y no lograba separar su cuerpo del cerco.

Al percatarse, la desesperación se apoderó del resto de los jugadores que lograron separarlo tras acercarse a él, mediante una serie de acciones en las que ninguno de ellos recibió una nueva descarga.

De manera inmediata, llamaron al hospital local, una ambulancia acudió y los profesionales le realizaron maniobras de primeros auxilios. Ante la falta de respuesta del joven, que a causa del shock eléctrico había sufrido un paro cardiorespiratorio, la atención continuó en el mencionado nosocomio. Allí, sin embargo, tras más de una hora de acciones fallidas, la situación fue irreversible.

Por otro lado, el titular de inspección general del municipio, Nicolás Murgiondo, reveló en diálogo con el diario “Río Negro” que el lugar funcionaba de manera “irregular”.

“Nunca hubo un pedido formal por escrito con el membrete o con la firma de algún miembro de la comisión de Racing solicitando una inspección o que les pasemos los requisitos para poder habilitar comercialmente la cancha, al menos durante estos tres años en los que yo estoy al frente de la cartera” explicó el funcionario.

Y reiteró que el lugar funcionaba de modo “irregular e ilegal” porque “no hay habilitación o certificación provisoria o mucho menos definitiva firmada por mí, por el intendente o por el secretario de gobierno, que son las tres personas que firman un cartón de habilitación comercial”.