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Arte y Espectáculos 23 de febrero de 2017

“No hay que asustarse de nada, hemos pasado por muchas crisis”

El director de teatro elige Mar del Plata porque encuentra un público distinto. Alaba el crecimiento del teatro alternativo local y pide "empezar a conocernos", es decir, que el circuito comercial empiece a dialogar con el off. Balance de la temporada.

Acaba de publicar su primera novela, “El circuito escalera”, por Alfaguara. Dice que en la literatura está “abriendo un camino”, aunque Javier Daulte sabe que ese camino literario lo viene transitando desde hace tiempo en el teatro, con textos de su autoría o dirigiendo piezas de otros dramaturgos.
Llegó a Mar del Plata para asistir a la ceremonia de los premios Estrella de Mar. Su labor al frente de “Ni con perros ni con chicos” (sala Payró) le valió un galardón en el rubro “Mejor dirección”.
Sencillo, dice que miraba para otro lado porque esperaba que otro director se quedara con el Estrella. Competía con José María Muscari, Manuel González Gil, Aníbal Pachano y Claudio Martínez Bel.
“No esperaba ganarlo de verdad, de pronto dijeron mi nombre y me sorprendí y me alegré, estoy muy agradecido”, cuenta. “Ni con perros ni con chicos es un espectáculo que quiero mucho, le tengo mucho aprecio”, sigue. La obra es una comedia musical sobre dos glorias de Hollywood, que interpretan Omar Calichio y Laura Oliva. Recorre la vida privada y pública de los actores Charles Laughton y Elsa Lanchester. Laughton fue un célebre actor y director de cine y teatro, inglés nacionalizado estadounidense en 1950, que brilló en la época dorada, con direcciones en obras como “La vida privada de Enrique VIII”, “Rembrandt”, “Espartaco” y “Testigo de cargo”, entre otras.
Además, otros veranos Daulte fue el director de obras: “Baraka”, acaso la más memorable y que supuso su desembarco en esta ciudad. Luego vinieron “El hijo de puta del sombrero” y “Una relación pornográfica”.
-Como director, ¿qué te ofrece Mar del Plata?
-Es muy lindo, uno se conecta con otro público, es un público que no es el mismo que el de Buenos Aires. Se mezcla el marplatense de cuna y el de adopción, es una fauna muy particular. Yo tenía prejuicios sobre trabajar en Mar del Plata antes.
-¿Cómo elegís qué espectáculo traer al verano marplatense?
-Eso depende de la producción, la movida de traer a Mar del Plata son de los productores. Yo acompaño siempre cuidando que la calidad del producto no decaigue, en la medida en que cambiamos de sala. Hacemos lo posible. A Baraka la cuidé muchísimo. Y no pienso que Mar del Plata porque es verano tengo que traer cosas más pasatistas.
-¿Qué balance hacés de esta temporada teatral, que en Mar del Plata se caracterizó por tener salas cerradas y por notar menos público en las salas?
-Hubo menos plata en el bolsillo y eso acobardó a muchos productores. Es toda una movida traer espectáculos de distintos lugares del país a Mar del Plata. Esto también demuestra que en los últimos tiempos ha crecido muchísimo el teatro en Mar del Plata. Pueden no venir espectáculos de Buenos Aires y Mar del Plata puede tener igual muchos espectáculos. No hay que asustarse de nada, hemos pasado por muchas crisis, esperamos que ésta también pase y que volvamos a tener la cantidad de espectáculos de siempre.
-La característica de Mar del Plata es que su circuito off no se toca con el circuito comercial.
-Eso a veces pasa en otros lugares, en Buenos Aires ese circuito alternativo sí está conectado al circuito comercial, pero ya hace muchos años que los espectáculos de Mar del Plata tienen un espacio importante en los premios Estrella de Mar, así que es tiempo de que empecemos a conocernos, por favor.
-Carlos Rottemberg dijo varias veces que no se está produciendo teatro, que cuesta encontrar obras. ¿Qué opinás?
-Se producen menos espectáculos que en otros años, supongo. El lo habla desde el empresario de sala. Hubo menos producciones, obviamente que se lo atribuye a la crisis económica que estamos viviendo, que la gente va menos al teatro y que los riesgos son mayores… yo creo que todos cuando hay una crisis nos empezamos a desorientar y empezamos a tomar decisiones, muchas de ellas muy equivocadas. No es solo falta de plata, se produce una gran desorientación.
-El teatro siempre dio batalla a las crisis.
-Siempre da batalla pero siempre más de la mano del teatro alternativo.



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