CORDOBA (enviados especiales) – En un partido de serie final de Liga Nacional de básquetbol tan cerrado, tan apretado y con tantos recaudos, tenían que aparecer los jugadores distintos. Aquéllos con personalidad y capacidad superiores al resto. Leonardo Gutiérrez lo hizo por Atenas e inclinó la balanza con, quizá, su mejor actuación de la temporada. El mejor de Peñarol fue Román González, aunque su gran aporte no le alcanzó al equipo marplatense para empezar ganando la serie. De todos modos, el pivote del seleccionado argentino sacó conclusiones positivas en la caída del miércoles, por 69 a 61, y las compartió con LA CAPITAL.

-Estuvieron muy cerca, tuvieron sus oportunidades y a lo mejor con el 1-0 ahora estaríamos hablando de otra cosa. La realidad indica que están 0-1.  ¿Cuáles son tus conclusiones después de la primera final?

-Creo que Peñarol jugó un gran primer tiempo ante una defensa dura y aguerrida como la que hace Atenas. El segundo tiempo fue totalmente distinto, donde pudimos anotar sólo 20 puntos y eso obviamente no alcanza para ganar de visitante. En defensa se hicieron las cosas muy bien, y salvo los 4 o 6 puntos del final, con el partido ya resuelto, lo habíamos dejado a ellos en 63/65 puntos. Me parece que las cosas a ajustar son muy pocas. Tuvimos chances de forzar un final más cerrado en el último minuto. No se nos dio, pero creo que Atenas, si bien se quedó con el primer punto, sabe que tiene que hacer algo más para poder ganarle a Peñarol. Con un poco más de variantes ofensivas, vamos a tener muchas más posibilidades. Perdimos, pero estamos tranquilos. La idea era llevarnos uno de los dos partidos, es una serie muy larga, hay que ganar cuatro partidos y vamos a estar a la altura de las circunstancias en el próximo juego.

-Sobre los 20 puntos anotados en el segundo tiempo, ¿fue exclusivo mérito de la defensa rival, o también responsabilidad propia?

-Mérito de Atenas, porque defendió los 40 minutos de la misma forma. Error nuestro, tal vez, en no haber hecho lo mismo que en la primera mitad, creando los espacios para poder recibir la pelota. Terminamos recibiendo el balón muy abiertos, yo jugando muy lejos del aro, David (Jackson) siempre con marcador adelante, y no era lo que nos habíamos planteado. Ellos nos asfixiaron, no pudimos tener nunca la pelota clara para poder armar una jugada y Atenas obtuvo su premio. Para el segundo partido tenemos que intentar jugar como lo hicimos en el primer tiempo, buscando más variantes para poder meterlo más en juego a Jackson. En defensa hay que tocar muy poco. Sólo corregir el aspecto de los rebotes ofensivos, porque nos tomaron bastantes y ajustar algo más en la marca de Leonardo Gutiérrez.

-Atenas se enfocó en anular al máximo posible a vos y a Jackson. En el primer cuarto apareció sorpresivamente Byron Johnson, pero luego perdió trascendencia. ¿A qué lo atribuís?

-Es cierto que Atenas apostó a sobre marcarnos a mí y a David. Por eso  Byron Johnson tuvo muchos aclarados que supo aprovechar. Después se apagó porque empezamos a encontrar un poco más de juego nosotros dos. Pero los roles ofensivos están muy claros. El tema es estar unidos atrás, a la hora de defender. El ataque nuestro seguramente va a tener más opciones en el segundo partido, porque Atenas va a tener que cerrarse un poco más abajo del aro, y esperamos poder encontrar la medida para el tiro externo de “Tato” (Rodríguez), de Ale (Diez) o de “Pepe” (Muruaga). Para ganar una final no se va a depender de uno o dos jugadores. Tienen que aparecer otras vías de gol y lo vamos a lograr. Estamos por el buen camino, más unidos que nunca y sabemos que se perdió un partido con sabor a victoria.

-Tampoco es frecuente ese 1 de 13 triples de Peñarol en todo el partido.

-No, seguro. No es normal que tomemos tan pocos tiros y que metamos uno solo. El porcentaje de dobles estuvo bien y el de libres fue normal. Atenas planteó que tomemos decisiones desde afuera, a veces desde malas posiciones, y lo lograron.

-¿La localía puede no ser un factor determinante en esta serie? Por la magnitud de los estadios, por la paridad entre los rivales, por diversos motivos.

-En un estadio como el Orfeo, por más que haya 9.000 o 10.000 personas, el jugador no siente la presión que puede sentir en una cancha más chica. En el Polideportivo sucede exactamente lo mismo. Lo bueno es que cuando un jugador entra a una cancha con tanto público en las tribunas, se motiva mucho más. Atenas entró presionado y nosotros notamos que no pudo desplegar el juego que realmente quería. Peñarol lo controló bien al principio, pero lo fueron encaminando con su defensa. Creo que la localía nuestra va a ser más importante porque la gente alienta más. Esperamos llevarnos un puntito de aquí y después tratar de ganar en casa. Los tiempos entre un partido y otro no son demasiados, así que mucho no se puede cambiar.