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01-06-2009

Festejos en Rafaela y cargadas a Alvarado

El mensaje del entrenador Marcelo Zwicker. El "Gancho" valoró la capacidad del futbolista local. "Bien contenido, trabajado y respaldado puede conseguir lo que estos jugadores", dijo.

SAN FRANCISCO, Córdoba (Enviado especial) - El plantel de Unión festejó hasta la madrugada su ascenso al Torneo Argentino A de fútbol en una parrilla, para que Zwicker no extrañe, en la ciudad de Rafaela, donde se alojó desde el viernes a la espera de esta final.

El plantel emprendía el regreso a Mar del Plata cerca de las dos de la madrugada y se calculaba que iba a llegar aquí cerca del mediodía.

Hubo dedicatoria especial a Alvarado y, en especial, a su entrenador Gustavo Noto por el ascenso. En el vestuario y en la cena. El canto preferido fue "A la Promoción, a la Promoción, a la Promoción Alvarado, a la Promoción..."

Y también el "es para Noto que lo mira por TV".

La dedicatoria fue sorpresiva. Pero tal vez tenga que ver con que a los jugadores del equipo de Zwicker no les habría caído bien que el DT de la institución de Jara y Peña haya dicho que prefería enfrentar a Unión en la instancia que Alvarado deberá jugar desde el próximo fin de semana.

Unión en el Oscar Boero tuvo el apoyo de unos cincuenta hinchas (la mayoría familiares de los jugadores) para vivir la apasionante final. Los padres y hermanos de Alejandro Aguirre, por caso, viajaron desde Santiago del Estero para ver al "Chango", a la postre, figura de la final. Los hinchas se ubicaron en una esquina de la cancha y allí se centraron los festejos de los jugadores una vez concluido el encuentro. Sin que los hinchas de Sportivo Belgrano los molestaran en lo más mínimo.

El cuerpo técnico marplatense vivió el partido con mucho nerviosismo. Algo lógico por lo que se estaba jugando. En el primer tiempo, tal vez para no irritar a la platea, las indicaciones se dieron desde el banco de suplentes. Pero en los minutos finales, Marcelo Zwicker no aguantó más y se paró en el corralito a dar indicaciones y a pedir la hora en los eternos cuatro minutos de descuento.

La felicidad fue total en los vestuarios. Cantos, dedicatorias, abrazos de todo tipo. El más tranquilo, por la experiencia, fue Leonardo Serfaty. Aunque justamente él logró su primer ascenso tras una trayectoria deportiva muy extensa. La mayoría se emocionó con los llamados desde Mar del Plata.

 

La vuelta olímpica recién los jugadores de Unión pudieron darla después de varios minutos. Ni bien terminó el partido, la seguridad local pidió que abandonen el campo de juego para evitar cualquier incidente. Pero, después de media hora, los jugadores regresaron al campo y se dieron el gusto con las tribunas semi-vacías.

Los festejos de Unión seguramente continuarán durante la semana. Hay en carpeta alguna cena bien merecida después de diez meses de duro trabajo.