Lanús no pudo revertir nada y se quedó afuera de la Copa
Lanús ya había perdido la clasificación en Quito (0-4) y nada pudo hacer en "casa" para consumar el "milagro".
BUENOS AIRES.- Lanús, que debía revertir una desventaja de cuatro goles, empató anoche con Liga Deportiva Universitaria de Quito 1-1, de local, y se despidió de la Copa Sudamericana de fútbol 2009 en los octavos de final, tras haber perdido como visitante por 4 a 0.
El delantero argentino Claudio Bieler, autor de tres tantos en el partido de ida jugado en la altura de la capital ecuatoriana, fue nuevamente el "verdugo" de Lanús con un gol de tiro libre a los 26 minutos del segundo tiempo.
El paraguayo Santiago Salcedo, cuatro minutos después, consiguió el anecdótico empate con un cabezazo, tras un centro del ingresado Eduardo Salvio, en la segunda jugada de un tiro de esquina.
El director técnico local Luis Zubeldía, con pocas esperanzas de lograr la proeza, dispuso un equipo con mayoría de suplentes que fue superior en la primera parte pero chocó con el arquero Alexander Domínguez, figura del partido.
Los ecuatorianos, actuales campeones de la Recopa Sudamericana, jugarán en cuartos con el ganador de la llave entre Unión Española de Chile y Vélez, que se definía a continuación.
El mediocampista Sebastián Blanco, que jugó por haber sido expulsado el último fin de semana por el torneo Apertura, se retiró lesionado con un aparente desgarro en el muslo derecho.
Con actitud y un plantel excesivamente cauteloso de Liga, Lanús dominó claramente durante la parte inicial, generó ocasiones de riesgo en el área rival pero Domínguez conjuró las tres chances más claras ante Santiago Biglieri, Salcedo y Eduardo Ledesma.
El conjunto dirigido técnicamente por el uruguayo Jorge Fosatti utilizó a sus volantes externos como falsos laterales y cedió demasiado terreno en la mitad de la cancha para que Lanús se adueñara de la tenencia de la pelota.
Con menos riesgo y más audacia, Liga se soltó en el segundo tiempo, batalló el balón en la zona media y desmoralizó a un rival que ya no tuvo la misma profundidad.
El complemento no tuvo la misma cantidad de llegadas pero sí goles: Bieler sorprendió con un preciso tiro libre al palo izquierdo de Mauricio Caranta y le anotó el cuarto gol en dos partidos, en tanto poco después Salcedo, de cabeza, consiguió el frío consuelo para un equipo argentino que lejos estuvo de revertir la historia.
Lanús 1
Caranta; Erramuspe, Carlos Quintana y Faccioli; Marcos Aguirre, Eduardo Ledesma, Carlos Arce y Maximiliano Lugo; Biglieri, Santiago Salcedo y Sebastián Blanco. DT: Luis Zubeldía.
Liga Deportiva Universitaria 1
Alexander Domínguez; Néicer Reasco, Norberto Araujo, Jairo Campos, Carlos Espínola y Diego Calderón; Enrique Vera, Ulises De la Cruz y Edison Méndez; Claudio Graf y Bieler. DT: Jorge Fosatti.
Goles: en el segundo tiempo, 26' Bieler y 30' Santiago Salcedo.
Cambios: en el segundo tiempo, 15' Bielkiewicz por Sebastián Blanco; 20' William Araujo por Enrique Vera; 23' Eduardo Salvio por Biglieri; 36' Pedro Larrea por Claudio Graf; 38' Maximiliano Velázquez por Marcos Aguirre y 42' Cristian Lara por Edison Méndez.
Cancha: de Lanús.
Arbitro: Juan Soto, de Venezuela.
A los golpes
BUENOS AIRES.- Un dirigente de Lanús recibió ayer una trompada en la boca durante una pelea entre jugadores y allegados del equipo argentino y la Liga Deportiva Universitaria de Quito, al cabo del primer tiempo del partido que jugaron por la Copa Sudamericana de fútbol.
El golpe sobre Miguel Acha, intendente del estadio de Lanús, se consumó en la antesala de los vestuarios en medio de un revuelo que hizo imposible individualizar al agresor.
El incidente, trasladado a ese sector, se originó dentro del campo de juego cuando Armando González, ayudante de campo del técnico de Lanús, Luis Zubeldía, empujó a un jugador ecuatoriano que conversaba con el árbitro venezolano Juan Soto al término de la etapa inicial.
Los jugadores de Liga reaccionaron contra la actitud del colaborador de Zubeldía y algunos de ellos se mofaron de sus rivales por los cuatro goles convertidos en el partido de ida jugado en Quito.
La cargada produjo un forcejeo generalizado en la manga y la antesala de los vestuarios hasta que la policía logró controlar el incidente.
