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05-12-2009

"El Ringo" Bonavena cuando era aficionado

por Raúl Ramírez

Con Oscar Natalio Bonavena tuve oportunidad de conversar en varias oportunidades, tanto aquí cuando se presentó en el Bristol, como en el Luna Park de Buenos Aires. Siempre fue locuaz, sin medida en las declaraciones para promover sus peleas, pero dispuesto a no escaparle al periodismo.

En esta oportunidad me referiré al Bonavena que conocí en el gimnasio del Luna, cuando era aficionado y en poco más de tres años había acaparado títulos. Por entonces era un jovencito de 20 años; corría el mes de diciembre de 1962 y acababa de consagrarse campeón latinoamericano de peso pesado, ratificando la misma conquista alcanzada en Montevideo en 1961. En el '62 fueron siete los argentinos campeones de boxeo además del "Ringo": Luis Servioli, en mediano; Osvaldo Mariño, en mediano liviano; Mario Pereyra, en medio mediano; Héctor Pace, en pluma; Luis Roma, en mosca; y el santiagueño-marplatense Luis Ramírez, en liviano, compartido con el chileno Luis Zúñiga. Y a propósito de "Luisito" Ramírez, radicado hace años entre nosotros, se repone rápidamente de una reciente intervención quirúrgica.

Mi impresión sobre "Ringo"

Es un chico grande y un gran chico, me dije luego de la entrevista. Se había iniciado en el Club Huracán de "su" Parque Patricios en 1959, según me contó, pero "ahora me entreno en el gimnasio del Luna con mi preparador Bautista Rago". Se ruborizó cuando ante mi insistencia confesó que "me dicen Rockey Marciano".

A pesar de su juventud su físico llamaba la atención. Dedos cortos y gruesos, puños como topadoras y un rostro siempre alegre y hasta entonces sin huellas por el boxeo.

Con palabra fluida refirió su campaña: "Debuté en el '59 en Unidos de Pompeya y en el '60 fui campeón de novicios. En el '61 y en este año fui campeón metropolitano, argentino y latinoamericano. Perdí una sola pelea y gané las 43 restantes con 30 K.O".

Franco, simple, exuberante como lo sería años después en el ring, vaticinó su futuro: "Antes de fin de año me hago profesional y me voy cuanto antes a los Estados Unidos con Alfredo Porzio". "¿No esperás los Panamericanos de San Pablo?", pregunté. "Cuándo son?". "En abril". "No falta mucho para entonces".

Sin embargo, finalmente fue a San Pablo. Y allí, como recordarán los veteranos seguidores del boxeo, "Ringo" aplicó un mordisco al norteamericano Lee Carr, lo que le valió una sanción de por vida en el campo amateur. Tras ello ingresó al profesionalismo debutando en los Estados Unidos a principios de 1964. Ese año realizó 8 peleas en la meca del boxeo y las ganó todas, 7 de ellas por K.O. Lo que ocurrió después es historia conocida. La referencia de hoy es a sus primeros años como boxeador aficionado. Bonavena había nacido en Parque Patricios el 25 de setiembre de 1942 -tendría 67 años- y murió el 22 de mayo de 1976, asesinado en Reno, Nevada.

Lo recuerdo como un grandote bonachón, muy distinto al personaje que había creado para promocionar sus peleas. Con LA CAPITAL siempre fue atento y cordial. Lo entrevistamos por última vez el 20 de enero de 1973 cuando estuvo unos días en Mar del Plata, de vacaciones.