BUENOS AIRES.- Tras el sinsabor del torneo que pudo ser y se frustró a manos del Argentinos Juniors de Claudio Borghi y la final de la Recopa perdida ante Liga de Quito, Estudiantes gritó nuevamente campeón en el Apertura 2010 del fútbol argentino.

El primer gol del uruguayo Rodrigo López comenzó a despejar los fantasmas de una final ante Vélez y desató la locura de los hinchas que con los miedos a un lado se animaron a gritar campeón.

La segunda conquista de López dio rienda suelta a los festejos, que comenzaron en las tribunas y se extendieron al campo de juego una vez que Lunati decretó el final, con Verón repitiendo la imagen de la consagración de 2006 y la dedicatoria a su amigo Edgardo Prátola, fallecido años atrás tras enfrentar dignamente una enfermedad terminal.

Fue por iniciativa de Verón que varios de los jugadores se enfundaron en una camiseta blanca con la leyenda "Russo estás con nosotros" y en la espalda el número 2 que identificaba a Prátola.

Ellos y otros con la tradicional roja y blanca a rayas -dejando en el camino la gris que por cábala usaron en este partido decisivo- subieron a recibir medalla y copa y una explosión de papelitos coronó la celebración.

Hasta Sabella dejó su habitual mesura y se estrechó en abrazos con colaboradores y jugadores y hasta se acercó a las tribunas para expresar su gratitud a los hinchas.

Ya sin público en el estadio y con la gente desbordando de alegría en las calles de Quilmes, todo el plantel de Estudiantes salió al campo y en un festejo íntimo, con una camiseta preparada para la ocasión con la leyenda "Estudiantes campeón Apertura 2010", le dedicó con los habituales cantos de la tribuna el triunfo a su eterno rival, Gimnasia y Esgrima La Plata.