BUENOS AIRES (Especial, por Pablo Amalfitano).- Todo comenzó aquí, en Buenos Aires. Allá por 1995, cuando un joven de 19 años, nacido en Palma de Mallorca, vino para disputar el tradicional torneo de ATP. Sorpresivamente, y luego de vencer a Félix Mantilla por 6-0 y 6-3 en la final, Carlos Moyá se consagró por primera vez en el nivel del circuito internacional, lo que significaría el comienzo de una excepcional carrera profesional en el tenis. Ahora, en el retiro, y tras la cálida despedida que vivió en el Buenos Aires Lawn Tennis, charló con el sitio promesasdelaraqueta.blogspot.com

- Sabemos que la prioridad en tu vida, de ahora en más, será tu familia, pero ¿estarías ligado en un futuro cercano al tenis de alguna manera?

- La verdad es que sí. El tenis ha sido todo en mi vida. Pero siento que ya pasó. En un principio, quiero estar en casa, relajado, con mi hija, verla crecer, criarla. Es una etapa muy bonita que no quiero perderme. Más adelante me gustaría seguir jugando exhibiciones o algún torneo del Senior Tour. Me siento feliz en la pista. De una u otra manera seguiré ligado al tenis, sin dudas.

- ¿Seguirías vinculado al mundo del tenis dentro de la cancha, como entrenador o capitán de Copa Davis, por ejemplo, o en su parte empresarial?

- Hay varias maneras de estar inmerso en el tenis. Descarto ahora mismo tanto ser capitán de Copa Davis como ser entrenador, porque creo que sería volver a la vida del jugador. Para hacer ese tipo de trabajo de la mejor forma hay que viajar muchas semanas al año y dedicarle tiempo. A partir de ahora quiero estar en casa, con mi familia, y disfrutar de mi hija. Tengo ganas de viajar, pero quiero hacerlo de un modo diferente al que lo hice toda mi vida. No quiero estar pendiente de los horarios o privarme de salir a comer afuera, o cosas así. Esto de retirarme, en parte, es una liberación. Ahora deseo estar tranquilo, en el futuro veré.

- ¿En qué puede compararse este día de la despedida en Buenos Aires al día en que ganaste Roland Garros, allá por 1998?

- Es difícil de explicar. En Roland Garros predominaban los sentimientos alegres y positivos, únicamente. Aquí, hoy, existe una mezcla de alegría, calor y reconocimiento por parte del público, que llenó la pista; pero también tristeza, porque es la última vez que voy a sentir algo así. Obviamente, una despedida como esta queda marcada para toda la vida. Fue algo soñado, con el público totalmente involucrado, animando a ambos jugadores. No lo olvidaré jamás.

-¿Esperabas un partido más distendido o estás conforme con haber encontrado en Cañas un duro oponente?

- Lamentablemente, Gastón (Gaudio) se lesionó y no pudo jugar. Me hubiera encantado jugar con él, o con Zabaleta, pero fue muy lindo también hacerlo con Cañas. Son jugadores con los que he disputado varias batallas en años anteriores. Por suerte pude despedirme ganando, pero lo importante fue el espectáculo que le brindamos a la gente. Siempre soñé con una despedida dentro de la cancha. Es lo que todo tenista quiere.

- ¿Qué tiene Buenos Aires que no tengan otras ciudades del mundo?

- Yo la veo muy similar a algunas ciudades de España. La gente de Buenos Aires siempre me trató muy bien. Es increíble estar tan lejos de mi país y sentirme como en casa. Haber ganado por primera vez acá y haber venido cada vez que el torneo necesitaba jugadores que lo apoyaran es algo que me acercó mucho al público. Obtener mi primer torneo en Buenos Aires, particularmente, generó una química especial. Lo que sentí jugando en Buenos Aires sólo es comparable con algunas series de Copa Davis que disputé en casa. El público totalmente entregado, involucrado en el partido, apoyando a los jugadores, es lo máximo que un tenista puede pedir en una cancha.

- A lo largo de tu carrera debiste enfrentar a varios jugadores importantes en la historia del tenis, ¿Cuál de ellos fue el más duro de todos?

- Tuve la oportunidad de enfrentarme a varios grandes de la historia. De hecho, jugué con los dos considerados más grandes, que son Sampras y Federer. Ellos fueron los más difíciles, por algo son los mejores de todos los tiempos. Más allá de eso, personalmente creo que Federer es un poco superior, más regular. Si jugabas con Sampras en tierra batida, existía la opción de que no tuviera un buen día y le pudieras ganar. Con Federer, en cambio, esa opción desaparece, porque es un jugador más completo, que se adapta muy bien a todo tipo de superficie. Si Roger no anda muy bien con el servicio, le queda la derecha, el revés. Tiene todo tipo de variantes para jugar. Por el contrario, a Sampras, si tenía un mal día con el saque, se le podía meter mano por ahí. Por eso creo que Federer está un poco por encima de los demás en la historia del tenis.

- El éxito de tu carrera coincidió con el éxito del deporte español en general, como en fútbol, básquetbol, automovilismo? ¿Cuál fue el secreto de tu éxito y cuál el del éxito del deporte de tu país?

- España es el líder mundial del deporte. Cualquiera sea la disciplina, hoy hay un campeón español. El secreto está en que el deporte llama al deporte, y las victorias llaman a las victorias. Cuando alguien gana un título, la gente que viene de atrás se contagia y se propone los mismos objetivos. El hecho de tener a alguien al lado que consiga triunfos, genera motivación para conseguir los propios. El espíritu de superación y de competitividad que llevan dentro las personas se motiva con los logros del otro. En España, se trabajó sobre la base hace 20 años y ahora se están recogiendo los resultados. Por eso, lo difícil ya está hecho, que era tener campeones en varias modalidades. Ahora hay que trabajar sobre esos logros para pensar en el futuro.

- Desde tu experiencia como jugador y ganador de Copa Davis, ¿Qué crees que le falta a Argentina para ganarla?

- Esa es la gran pregunta que todos nos hacemos. Realmente no entiendo como Argentina aun no ganó la Davis. Tuvieron la gran oportunidad en Mar del Plata, justamente ante España, y no la pudieron aprovechar. La verdad es que no sé porque no la ganaron todavía. Tienen excelentes jugadores, que se acoplan a toda clase de superficies. Tarde o temprano, la van a ganar. Creo que durante los próximos dos años tienen muchas posibilidades de obtenerla. Cuando Nalbandian sea un poco mayor, esas posibilidades van a ir disminuyendo. Pero grandes jugadores como Nalbandian y Juan Martín (Del Potro), y otros que están consolidados entre los mejores treinta, como Pico Mónaco, hacen que la base sea realmente espectacular. Creo que con un poco de suerte, que hasta ahora les viene faltando, y un pensamiento más de equipo les bastará para conseguirla.

- Sos una persona muy querida en el ambiente del tenis, ¿A qué jugador colocarías como número uno desde el punto de vista humano?

- Es difícil nombrar a uno habiendo conocido en el tenis a tan buena gente. Zabaleta es como un hermano para mí. Me llevo bien con todos los argentinos, pero con Mariano compartí muchos momentos fuera de la pista. Lapenti (Nicolás), también, es un gran amigo. Y, por el lado de los españoles, creo que Rafa (Nadal) es una grandísima persona. Es tan campeón fuera de la pista como dentro de ella.