Evocando a Juan Chena: juego claro y goleador
Recuerdos deportivos/por Raúl Ramírez
Como tantos otros que pasaron por el profesionalismo de la AFA, Juan Antonio Chena llegó un día a Mar del Plata, allá por 1960 y se quedó aquí para siempre. "Juancito" Chena -así lo nombraban compañeros y los seguidores del fútbol- había jugado en Tigre y Estudiantes de La Plata, donde tuvo por compañero a otra de las figuras que también pasó por nuestra ciudad: Walter Garcerón. Este, precisamente, que un par de años antes, allá por 1957, se había incorporado a Círculo Deportivo, fue quien trajo a Chena al medio local. En el '60, junto a él se sumaron a las huestes de los otamendinos, Fernando Gianserra, Miguel Di Pace, Héctor Queiruga y Carlitos Zelada, uno de los mejores extremos de ataque que vimos en canchas locales.
1960 fue su gran año
Chena -que años después pasó a San Lorenzo local- tuvo en 1960 actuaciones de alto nivel, tanto en Círculo como en el seleccionado marplatense, cuya roja casaca defendió en muchas oportunidades. Con los jugadores nombrados anteriormente y el aporte de los que venían de ganar el ascenso en 1958, Círculo Deportivo logró el título de campeón de primera A de la Liga Marplatense por primera vez.
En ese elenco estuvieron también Oscar Flores, Garcerón, Aureliano Tello, José Luis Carrouthers, Oscar Pugliesso, Garat, Vélez... El delantero central fue Chena, teniendo por la derecha a Di Pace y Juan Carlos Freijo y por la izquierda a Eduardo Otegui y Zelada.
"Juancito" Chena podía jugar tanto entre los dos defensores centrales rivales, como iniciar el juego arrancando en su campo. Tenía habilidad, dominio de la pelota y además estirpe de goleador.
Un gol que Chena recordaba, cuando hace unos años solíamos cruzarnos en la zona céntrica para hablar de fútbol, era el que le marcó a Roma en el San Martín el 28 de mayo de 1960 cuando la selección local le ganó 2 a 1 al Boca de Marzolini, Rico, Heredia, Rattin, Isella, el brasileño Valentim, "Yaya" Rodriguez, entre otros. Esa tarde Chena logró el empate en uno y poco después Amorena hizo el gol del triunfo. Todo el equipo local tuvo excelente desempeño, pero Zelada brilló en ataque y Bernardo Silbán en el mediocampo. Ese cotejo quedó también en el recuerdo de Silbán, porque ese día sus padres celebraban las bodas de plata matrimoniales.
Habría mucho más para decir de ese partido y de lo que fue Juan Chena como futbolista en campos locales. Lo de hoy es sólo un merecido recuerdo para quien nos dejó para siempre hace poco más de un año, el 3 de enero de 2010.
