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28-04-2011

Vergüenza

A un toque/por Vito Amalfitano

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La guerra mediática y el partido que quiso ganar afuera de la cancha José Mourinho pasarán rapidamente como una anécdota.

Lionel Messi seguirá haciendo tantas genialidades en su carrera, que estas del miércoles, si bien fueron también sublimes, serán sucedidas por otras aun más extraordinarias, para un futbolista que es Maradona cada vez que se lo propone (aunque de vez en cuando se empecina en no serlo, y enseguida aparece su equipo, también el mejor del mundo, para rescatarlo).

Pero lo que realmente perdurará, lo que quedará como una marca, es la afrenta que sufrió la historia futbolística de Real Madrid. La de Di Stéfano, Puskas, "La Quinta del Buitre" y Zinedine Zidane.

Primero jugar de local el clásico como si fuera visitante y, mucho peor, como esos visitantes "chicos" de la Liga Española que se resignan en propia casa a cederle el protagonismo al rival poderoso que, curioso, siempre fue Real Madrid.

Y después, para peor, el golpe de gracia que el entrenador propio le dio a su rica autoestima. Aunque sea una estrategia, Real Madrid, su historia y su gente no pueden tolerar que el técnico del equipo diga que es "imposible" la tarea de eliminar a Barcelona en el Camp Nou en el partido de vuelta de la Liga de Campeones de la semana que viene. Es como si el entrenador del "opulento" River dijera que es "imposible" ganar en la Bombonera. O que el DT del "valiente" Boca se resigne a perder en el Monumental.

Ya es duro para Real Madrid asumir lo que el colega de La Nación Ezequiel Fernández Moores describió muy bien como la diferencia sustancial entre "la cantera y la cartera". Lo que produce permanentemente La Masía, la "cantera" de Barcelona, con la posibilidad de enarbolar con orgullo que el podio del fútbol mundial en la elección de la FIFA del año pasado (más allá de la polémica elección final) tiene a tres jugadores de su simiente, Messi, Iniesta y Xavi; frente a la necesidad espasmódica de Real Madrid de sacar "la cartera", de comprar y comprar, sin línea ni resultados, con urgencias y perdiendo la identidad a jirones.

A esto, que Real Madrid lo sufre desde hace tiempo, sin curarse de espanto y incurriendo en los mismos errores, con la brújula perdida por el propio Jorge Valdano, se suma ahora la vergüenza en la sumergió al club el técnico elegido, José Mourinho.

Por la lamentable imagen que se irradió al mundo desde el Bernabeu, de un equipo timorato, amarrete y asustado, con Kaká y Gonzalo Higuaín en el banco; por los llantos posteriores, asignándole siempre la culpa al otro; y por eso de decir que para Real Madrid es "imposible" dar vuelta la historia en el Camp Nou. Justo para Real Madrid, el club que siempre, siempre, superó la barrera de lo posible en el fútbol mundial.