por Francisco Giovanoni

Con solidez, orden y contundencia, Unión se sacó de encima fácilmente a un equipo histórico del fútbol argentino como Talleres de Córdoba. Fue 3 a 0, en el estadio José María Minella, por la octava y anteúltima fecha del nonagonal del Torneo Argentino A. El ascenso directo ya no será posible, claro está, pero los tres puntos conseguidos por los marplatenses son claves para ubicarse dentro de los cinco primeros de la tabla y así tener ventaja de localía de cara a la tercera fase del certamen, en el inicio del camino que tendrá como objetivo jugar una promoción con un equipo de la Primera B Nacional.

Unión, que se presentó con variantes respecto al equipo que empató en Sunchales, resolvió el juego a su favor con mucha concentración de sus jugadores para cubrir espacios, quitar la pelota y jugarla con inteligencia, abriendo el campo por las bandas, donde los laterales Fraire y Urquiza se proyectaron con asiduidad. A ellos se complementó una buena tarea de Sandoval y la sapiencia de Aguirre, el enlace que partió desde el sector izquierdo.

El partido comenzó de ida y vuelta. Allí fueron más prácticos los marplatenses para generar situaciones. Talleres -lejos de sus viejos buenos tiempos- no fue prolijo con la pelota y otorgó facilidades en defensa. Y sólo se acercó con una definición defectuosa de Riaño y una "palomita" del zaguero Trulls.

El conjunto de Marcelo Zwicker, de todos modos, recién a partir de los 20' fue sumamente peligroso. Se lo perdió Herrera por detrás de todos, tras envío de Sandoval, y Klusener ?picó? la pelota demasiado alto por encima de Crivelli, al irse mano a mano tras un fallido cierre de Ribonetto.

Si bien el desarrollo se hizo luchado, Unión siempre fue más prolijo. Arrúa a los 31' perdió una chance increíble bajo el arco. Pero ocho minutos más tarde Klusener no falló: capturó una pelota dividida en la puerta del área, la bajó con el pecho y sacó un fuerte derechazo que, previo pique, venció a Crivelli. Golazo. Uno a cero.

Talleres buscó la igualdad en el complemento con el ingreso de un atacante, Cristian Zárate, por un mediocampista. Y Unión se paró de contraataque. Pero los cordobeses, que sólo tuvieron una volea cruzada de Zárate apenas desviada, jamás lastimaron. No tuvieron ideas y especialmente se enfrentaron a la seguridad defensiva marplatense, encabezada por Vega, más la tarea siempre eficiente de Alessandroni, complementado con Bastianini.

De contra, Unión fue letal. A los 14' Sandoval envió un pase largo para Klusener, que utilizó el manual del buen definidor para anotar: enfrentó la marca de Ribonetto, lo eludió con un enganche hacia dentro y, mano a mano, definió con clase a un costado de Crivelli. Para aplaudir. Dos a cero.

El aluvión marplatense continuó cuatro minutos después para sentenciar el resultado. Nuevamente Sandoval avanzó por derecha y habilitó por lo bajo a Klusener, que otra vez frente al arquero, simplificó la acción con un toque al medio para Arrúa, que definió con el arco libre. Tres a cero.

Para el resto del juego quedó la sensación que Unión podría anotar un cuarto gol, aunque no tuvo claras situaciones. Talleres fue con el orgullo herido, pero cada aproximación terminó fácilmente en las manos de Beltramella.

Histórica victoria de Unión por el rival. Años atrás, cuando los marplatenses jugaban la liga local y Talleres en primera, nadie la hubiera imaginado. Pero lo enfrentó y lo goleó. Y quedó muy bien perfilado para el primer cruce de play-offs.