Magia negra
Atlético Mar del Plata, de la mano de Valverde, se impuso 2-0 a un Talleres duro y luchador. Los destellos del "Negro", decisivos.
por Sebastián Arana
Talleres le puso las cosas difíciles a Atlético Mar del Plata. Con orden, con el buen trabajo de Pringles en el sector central, con su peligrosidad en las jugadas con pelota detenida. Pero el castillo de naipes levantado por el conjunto local con mucha paciencia lo derrumbó, de un soplido, la jerarquía de Jorge Valverde.
El "Negro", que juega ya con una marcha menos, mentalmente les saca un campo a todos. Y dos pases de magia suyos, plenos de sencillez y concepto, rompieron la paridad y gestaron los dos únicos goles del partido.
El primero dejó en una posición muy favorable para definir a Klein, quien fue derribado con una ampulosa falta por Sordo. Sanz cobró el correspondiente penal y el propio Valverde lo convirtió con clase.
El segundo fue a la salida de un tiro libre. Cuando todos aguardaban el centro la jugó rápido y por abajo a Alejandroff. Y lo dejó en posición de definir. "Batata" la hizo todavía mejor: en lugar de patear cruzó al pase al centro para Klein, que sólo tuvo que empujar la pelota para meter el 2-0.
Valverde, en consecuencia, fue la única diferencia. A Atlético le costó bastante frente a un rival ordenado y en una cancha difícil. Es más: en la primera media hora Talleres estuvo más cerca y Burattini perdió una chance increíble.
Pasado el sofocón, pudo controlar un poco más la pelota, generó también sus oportunidades (entre Pringles en la línea y Gatti con una atajada descomunal salvaron una doble oportunidad muy clara) y así llegó a la apertura.
La obligación de asumir la iniciativa no le cayó bien a Talleres en el segundo tiempo. Para colmo quedó con uno menos pasado el cuarto de hora. El equipo de Mendoza ni molestó a Arduini. Y Atlético tuvo espacios para asegurar la victoria. No los aprovechó del todo. Pero la "magia negra" lo puso a salvo de cualquier accidente.
