por Patricio Mano

Chapadmalal lo buscó mucho más en el primer tiempo y Cadetes recién pisó el acelerador en el segundo. Pero ninguno pudo quebrar el cero. Ambos lo buscaron, con más empuje que fútbol, pero no encontraron los caminos para intentar torcer un resultado que terminó cayéndole justo al trámite. Fue empate sin goles, que le permitió al visitante asegurarse la clasificación a los octavos de final, y que al mismo tiempo dejó al conjunto local muy complicado en su objetivo por meterse entre los ocho que avanzarán a la siguiente instancia.

Chapadmalal siempre estuvo un paso adelante en la primera etapa. Tuvo más la pelota y buena movilidad de sus atacantes. Guido Castro, esta vez casi como un enganche definido, movió los hilos del equipo, bien acompañado por los hermanos Scoles: Cristian en posición de contención, pero siempre como lanzador a la hora de iniciar un contraataque, y Gonzalo, con su potencia por las bandas, ayer lo más destacado del juego. Pero faltó el gol, como para justificar esa leve pero superioridad al fin.

En el complemento, Cadetes lo emparejó notablemente. Y cuando su rival volvió a "apurarlo", el arquero Nicolás Zabala respondió sin fisuras. De la mano de Laureano Vega, el local mostró una cara diferente en el segundo tiempo. Contó con algunas llegadas claras que bien podrían haber cambiado el destino del partido. Pero como a Chapadmalal antes, también le faltó puntería.

Más allá de los intentos, del esfuerzo de intentar jugar a pesar del viento y de haber regalado un entretenido segundo tiempo, el empate sin goles terminó siendo el resultado más adecuado para el partido. Y el más conveniente para Chapadmalal, que se aseguró la clasificación para los octavos de final. Cadetes, en cambio, tendrá que remarla en una Zona B cada vez más pareja, en la que muchos equipos llegarán a las dos últimas fechas con grandes chances de sacar boleto.