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02-12-2011

De final a final

por Pablo Amalfitano

special, desde Sevilla

Tres años no son nada. Argentina jugó una final inédita de Copa Davis de tenis-tercera de su historia, primera de local- en 2008 contra España, en Mar del Plata, donde tuvo todas las de ganar.

Todos querían estar en Mar del Plata en semejante acontecimiento deportivo. El mundo sabe que Mar del Plata respira tenis desde hace años y son muchos los chicos que practican este deporte, cada vez más popular. Aún en el final de la etapa de estudiante secundario, quien escribe estas líneas tuvo la inolvidable oportunidad de concurrir como voluntario-acomodador a la final en el Polideportivo. Está claro que no tomó ese trabajo como tal, sino como una puerta que le permitió presenciar la serie definitiva en vivo y en directo, el anhelo de todos. Lo demás no importaba.

Por diferentes circunstancias, tenísticas y no tanto, el título se fue para España, que había llegado a Mar del Plata sin su as de espadas, Rafael Nadal, por aquel entonces número uno del mundo. El equipo español se impuso con un Plan B basado en la unión de grupo y la confianza que irradiaba Emilio Sánchez Vicario, su capitán. La historia es conocida: Nalbandian vapuleó a Ferrer; un joven Del Potro se lesionó tras viajar con justeza de Shanghai a Mar del Plata; el dobles de Feliciano y Verdasco se agrandó frente a dos "coperos" como David y Calleri; y fue el propio Verdasco quien cerró la serie con Acasuso y se recibió ese día de verdadero Top Ten.

Hoy, tres años más tarde, el conjunto ahora dirigido por Tito Vázquez tiene una nueva oportunidad de hacer historia frente a España, aunque esta vez es en Sevilla y con todas las de perder: polvo de ladrillo, cancha sobre el nivel del mar, presencia de Nadal (2) y Ferrer (5), el mismo dobles de Feliciano y Verdasco, que se consagró en aquella serie. Mónaco abrirá con su amigo Nadal y Del Potro completará el primer día con Ferrer; el sábado, Nalbandian y Schwank jugarán el punto clave del dobles frente a la pareja española, que si bien es muy sólida, no viene con la confianza de los resultados que había obtenido en la previa de 2008; y el domingo Del Potro se la jugará con Nadal y Nalbandian -seguramente ingresará en reemplazo de Mónaco- podría cerrar el quinto punto con Ferrer.

Para quien suscribe, las cosas también cambiaron. Fue de Mar del Plata a Sevilla y pasó de trabajador voluntario a periodista acreditado, un giro brusco que terminará decidiendo el camino de su vida.

Más allá de que Nalbandian, Del Potro, Mónaco y Schwank manifiesten públicamente que esta nueva final no es una reedición de la de 2008, para uno sí que significa, en un contexto y realidad muy diferentes, una especie de revancha o impensada segunda oportunidad.