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21-08-2014

Con mucho para conocer

Salta, un lugar con un sinfín de puntos de interés.

SALTA.- Cuando se llega a Salta y con poco tiempo para recorrer la ciudad, el visitante se encuentra con lindo problema: ¿qué lugares visitar, qué comer, qué comprar de recuerdo? Y es que como una de las grandes ciudades turísticas del país y con una gran cantidad de turistas nacionales y extranjeros, cuenta con un sinfín de puntos de interés.

Con fuerte impronta religiosa y mucha historia a cuestas, uno de los primeros lugares en la agenda de los visitantes es la Catedral Basílica, situada en el extremo norte de la Plaza central. Su actual estructura fue iniciada en 1858 y se terminó en 1882. Es considerado uno de los templos más bellos de Argentina. Se destaca la ornamentación en oro y el soberbio altar mayor, obra del padre Luis Giorgi. Cada 15 de setiembre recibe a miles de devotos del Señor y la Virgen del Milagro, patronos de Salta, a quienes la leyenda les atribuye el prodigio de haber detenido los terremotos que asolaron la ciudad en 1692.

Otras visita obligada es el Cabildo Histórico, edificio construido a principios del siglo XVIII. Si bien sufrió modificaciones arquitectónicas desde su construcción original, aún conserva partes que datarían de 1717 y es considerado el más completo y mejor conservado de la Argentina. Los sectores que más lo caracterizan habrían sido construidos entre 1789 y 1807. En 1945 fue restaurado por el arquitecto Mario Buschiazzo, quien también participó en la reconstrucción de la imagen original del Cabildo de la Ciudad de Buenos Aires y la Casa Histórica de Tucumán. Allí se pueden observar objetos originales y réplicas pertenecientes al General Martín Miguel de Güemes.

Otro dos edificios que merecen ser visitados son el Convento de San Bernardo, data de fines del siglo XVI y principios del XVII, y la Basílica Menor y Convento San Francisco, edificada en 1625.

Entre las actividades al aire libre, un lugar para conocer es el cerro San Bernardo, al que se puede acceder por medio del teleférico (situado en el parque San Martín), en vehículo por la ruta o a pie por las escaleras que comienzan detrás del monumento a Güemes.

Si de disfrutar del aire libre se trata, nada mejor que darse una vuelta por el parque San Martín, el pulmón verde de la ciudad, que cuenta con un Jardín Botánico y un Parque Infantil, además de un espejo de agua y varias esculturas, una de ellas tallada en mármol por Lola Mora.

También vale la pena darse una vuelta por el Mercado Artesanal, en las Lomas de Medeiro, o por algunas de las pintorescas ferias donde se pueden adquirir productos típicos regionales, condimentos, comidas y muchas cosas más.